El futuro de las relaciones Argentina-China o el desafío de no ser un rehén del gigante asiático
China se ha erigido como la principal fuente de financiación exterior del Gobierno argentino
La incursión del gigante asiático en Iberoamérica es un hecho constatado desde hace ya más de cincuenta años. En el caso de Argentina, inició sus relaciones diplomáticas bilaterales con la República Popular China allá por 1972.
Desde la recuperación de Hong Kong, China ha respaldado las reivindicaciones argentinas sobre la soberanía de los archipiélagos de las Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Por su parte, Argentina reconoce hoy la política oficial de la República Popular sobre Taiwán de «una sola China».
China es el principal socio comercial del Gobierno presidido por Alberto Fernández
En un plano puramente económico hemos de señalar que, junto con Brasil, China es el principal socio comercial del Gobierno presidido por Alberto Fernández y el segundo destino de las exportaciones del país sudamericano. El volumen de intercambio de mercancías asciende a los 20.000 millones de dólares, un 4,1 % del PIB argentino.
El saldo neto es favorable a China, que exporta a Argentina el equivalente al 2,8 % del PIB del país iberoamericano –principalmente productos de electrónica y químicos–, mientras que importa bienes de éste por un 1,3 % de su PIB, fundamentalmente soja y carne.
En la actualidad, el comercio con China representa para Argentina un 21,4 % de sus importaciones y un 8,1 % de sus exportaciones, cifras que se han cuadruplicado desde el año 2000. De hecho, hace tan solo unas semanas, Argentina ha reemplazado el dólar por el yuan en su comercio bilateral con China, con el fin de reducir la sangría de reservas internacionales.
El gobierno argentino adeuda a China unos 18.500 millones de dólares, el equivalente al 40 % de las reservas
En un contexto financiero internacional que considera a Argentina como uno de los peores países para invertir, China se ha erigido como la principal fuente de financiación exterior del Gobierno argentino. Por un lado, Argentina se beneficia desde 2009 de un acuerdo de permuta («swap») de divisas con China, que funciona como un préstamo de reservas del banco central chino al argentino. En la actualidad, el Gobierno argentino adeuda a China unos 18.500 millones de dólares, el equivalente al 40 % de las reservas de divisa argentinas.
Por otro lado, desde el año 2000, Argentina ha recibido inversión directa de China por un total de 15.000 millones de dólares y de préstamos bilaterales por un importe de 17.000 millones de dólares. Mediante dichas inversiones, los intereses chinos en el país sudamericano se han proyectado sobre ferrocarriles -trenes Belgrano Cargas, San Martín, Roca, metro de Buenos Aires-, energía nuclear –una posible cuarta central con tecnología china–, hidráulica –presas Kirchner y Cepernic– y renovable –parques solares en Jujuy y en Chubut–, minas de cobre, litio y hierro y el sector primario –comercio de soja, carne porcina–.
Asimismo, a día de hoy se debate la participación china en el icónico proyecto de dragado de un corredor de transporte fluvial o «hidrovía» en los ríos Paraná y Paraguay. En el sector privado argentino, por su parte, un 3 % de la deuda externa corresponde a préstamos con contrapartes chinas.
Influencia política, social y cultural
Desde 2017, la Administración Espacial Nacional del Ministerio de Defensa chino cuenta con una estación de espacio lejano en Bajada del Agrio, en la Provincia de Neuquén (Argentina), la primera construida fuera de su propio territorio, a raíz de un acuerdo firmado en 2015 con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Después de una polémica de varios años, en 2018 el Gobierno de Macri ratificó su viabilidad, previa redacción de un anexo al acuerdo en el que se descartaba expresamente el uso militar de la estación.
En 2021, Argentina pasó a ser miembro de pleno derecho del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y, en 2022, firmó con China un memorando de entendimiento para su incorporación a la Iniciativa de la Franja y de la Ruta de la política exterior y comercial del país comunista.
Según las cifras oficiales, aunque en la actualidad sólo hay cerca de 10.000 inmigrantes chinos en Argentina, ha sido históricamente uno de los países iberoamericanos con inmigración china de cierta relevancia, sobre todo desde el último tercio del siglo XX.
Las estimaciones recientes cifran la comunidad china en Argentina en torno a las 200.000 personas
Las estimaciones recientes cifran la comunidad china en Argentina en torno a las 200.000 personas. El conocido periódico La Nación estima que en todo el país hay más de 4.000 comercios minoristas chinos, Buenos Aires cuenta con un barrio chino desde hace tres décadas y el Instituto Confucio, integrado dentro de la Universidad Nacional de la Plata, junto con el Centro Universitario de Idiomas, imparten clases de chino para 2.500 estudiantes cada año. Por si fuera poco, ambos países celebraron en 2022 el «Año de la Amistad y Cooperación China-Argentina».
En definitiva, ¿cambiarán las relaciones Argentina-China si gana la derecha en los comicios presidenciales del próximo otoño? ¿Pesarán más los acuerdos comerciales ya existentes? ¿El país asiático ha llegado al Cono Sur para quedarse definitivamente? En cualquier caso, se espera un año tremendamente interesante, no solo para el pueblo argentino, sino para toda Hispanoamérica e incluso para el contexto geopolítico internacional.