Seguridad vial
Radares informativos que ponen multas. ¿La trampa perfecta de la DGT?
Este tipo de cinemómetros de carácter informativo cada vez son más habituales en las carreteras y en los entornos urbanos
Como confirman incluso desde la DGT basta con poner una señal de radar o una caja radar vacía, sin cámara ni cinemómetro, para que los coches que pasan por delante reduzcan bruscamente la velocidad. Mucho más aún cuando lo que nos encontramos es un radar informativo, también llamado en ocasiones radar pedagógico.
Se trata de radares de medición de velocidad con una gran pantalla informativa que va indicando a cada uno de los conductores la velocidad a la que circula. Si va por encima de la máxima velocidad permitida, es habitual que la indicación de velocidad se acompañe de una cara enfadada o una mano con el pulgar hacia abajo.
¿Corregir o multar?
Los hay incluso que ‘trabajan’ en colaboración con un semáforo, de manera que si detecta un coche por encima de la velocidad máxima del tramo activa la posición roja del semáforo y detiene el tráfico, en concreto al coche que circula por encima. Por supuesto que la indicación del semáforo es de obligado cumplimiento, por lo que debemos pararnos obligatoriamente ante la 'orden' de la luz roja.
Este tipo de dispositivos se están multiplicando tanto en las ciudades como en las carreteras, especialmente en las zonas de travesía.
Hasta el momento ninguno de estos radares está preparado para multar. Ni siquiera aunque haya un policía municipal o guardia civil delante puede usar ese indicativo de velocidad como prueba de que circulábamos por encima de la velocidad permitida, pues carece de validez legal. Para empezar, esos aparatos no están calibrados por el organismo de metrología oportuno.
Barcelona comienza a multar
La excepción a la regla la abre Barcelona. Que tras una fase en la que estos radares estaban mandando a casa una carta informativa a los conductores que hubieran superado el límite, ha confirmado recientemente a través de su ayuntamiento que estos radares comenzarán a sancionar a partir de enero de 2023.
Esperemos que no cunda el ejemplo y otras ciudades españolas o que incluso la DGT adopte esta norma de funcionamiento, que deja claro que se da prioridad a la labor sancionadora y recaudadora sobre la función informativa y la salvaguarda de la seguridad vial de los conductores.