Seguridad
¿Son válidas las multas que pone el helicóptero Pegasus de la DGT si el piloto está drogado?
El reciente siniestro ocurrido en Madrid abre la puerta a la validez de las multas impuestas por personal que no forma parte de las fuerzas de seguridad y puede no estar en condiciones físicas
Los helicópteros Pegasus de la DGT pusieron unas 20.000 sanciones en 2019, último año del que disponemos estadísticas. Esto supone que cada aparato pone unas 54 multas al día, lo que significa que con una autonomía de vuelo máxima de dos horas, el Pegasus siniestrado podía haber puesto ya del orden de medio centenar de multas.
De hecho, tal y como cuentan testigos del suceso, el accidente se produjo cuando el helicóptero realizaba un vuelo rasante tras un infractor que iba a gran velocidad y tocó con la cola del aparato contra el suelo. Afortunadamente, un accidente sin consecuencias personales más allá del propio susto y las magulladuras.
Plan de vuelo
Durante el tiempo en patrulla es muy posible que el plan de vuelo del aparato hubiera recorrido la carretera de Extremadura despegando desde el aeródromo de Cuatro Vientos para seguir por la carretera de los Pantanos e ir a parar a la N-512, una vía muy popular entre moteros que van a 'darlo todo' sobre su montura.
En plena campaña del uso del cinturón de seguridad por la DGT, es probable que el piloto y el operador de cámara hubieran puesto decenas de multas.
Así funciona Pegasus
El helicóptero va procesando y enviando las multas en tiempo real al centro de proceso que la DGT tiene en León, por lo que es probable que allí las hayan dado curso a los correspondientes infractores. Ahora falta saber si los infractores tienen base legal para poner un recurso por las sanciones.
Con la hora y el día de la sanción no es nada complicado saber que fue ese helicóptero en concreto el que puso la sanción. En este caso el fundamento legal es completamente pertinente, pues aunque el operario de cámara no iba bajo los efectos de las drogas el piloto sí.
El radar Pegasus es un aparato extremadamente preciso y para medir a un vehículo debe permanecer en movimiento pero completamente estabilizado. Necesita 'enfocar' al vehículo con el radar durante 10 segundos seguidos para que la sanción sea válida.
Con estos datos existen motivos más que suficientes para que los afectados pongan el pliego de descargo. A partir de aquí será en primera instancia la DGT y después los tribunales en caso de recurso, quienes den o quiten razones.
El piloto se enfrenta a un delito contra la seguridad aérea, los casos precedentes indican que suelen cerrarse con un acuerdo mutuo que supondrá la pérdida de su título profesional para volar, aunque podría agravarse incluso con una pena de prisión. Por lo que parece bastante probable que el recurso contra las multas de la DGT pudiera evolucionar positivamente.
Habría que plantearse si este suceso abre la puerta a que el piloto y el operador de cámara de los Pegasus, que no son Guardia Civil sino que son funcionarios de Tráfico y carecen de presunción de veracidad, tengan que justificar su adecuado estado de salud para que las multas sean válidas.