Precio de carburante
Así funciona el truco más cutre que existe para ahorrar en combustible
El incremento de los precios del combustible por las vacaciones obliga a hacer uso de viejos trucos de gasolinero
Programas de fidelización, gasolineras low cost, técnicas de conducción económica… Hay casi tantas soluciones para tratar de ahorrar algo de dinero en combustible como conductores.
En pleno verano no es extraño que los conductores se preocupen ahora, más que nunca, por el precio del carburante, especialmente en estas fechas tan especiales en las que los precios de los combustibles vuelven a tocar máximos que van camino de los dos euros por litro, algo impensable hace sólo unos años.
Camino de los dos euros
A 28 de julio la gasolina 95 coquetea ya con los 1,65 euros por litro de precio medio, mientras que el gasóleo entra de lleno en los 1,50 euros, precios que hace unos meses justificaron que el Gobierno de Pedro Sánchez pusiera en marcha el plan de ayuda de 20 céntimos por litros.
Conviene saber que, si combinamos una conducción eficiente con repostajes en los que aprovechamos las promociones de las petroleras, o directamente hacemos uso de las low cost (actualmente el 50 % de las 12.000 que hay en España lo son) podemos ahorrar más de un 20 % en gasolina o diésel.
Casi 100 euros de ahorro
Una verdadera barbaridad. En unas vacaciones medias en las que gastemos unos cinco depósitos de combustible supone más de 80 euros de ahorro, una cantidad más que razonable con un esfuerzo realmente bajo.
Sin entrar en valoraciones ni cuantificar su eficacia, existe un viejo truco de gasolinero que se conoce como escurrir las mangueras. Hace años tanto los operarios de las estaciones de servicio como los conductores de los camiones cisterna de transporte disponían del combustible acumulado en las mangueras de los surtidores o en las de los camiones cisterna.
De esta forma, cada cierto tiempo el operario de la gasolinera vertía en un recipiente el contenido que quedaba acumulado en las mangueras tras cada repostaje, de manera que iba acumulando ese combustible para su posterior uso.
En el caso de los camiones la cantidad era mucho mayor, al ser sus mangueras mucho más gruesas, aunque tal y como nos confirman en la actualidad las petroleras computan incluso el combustible acumulado en las mismas.
Así, si después de echarle combustible al coche 'escurres la manguera', que es una maniobra tan sencilla como elevarla ligeramente por encima del boquerel para que el combustible acumulado caiga, acabarás ahorrando algo de combustible a la larga. Un truco digno de un auténtico supertacaño.