En primera persona
Florian Huettl (CEO de Opel): «La Euro 7 no tiene ningún sentido»
Opel, uno de los primeros fabricantes en confirmar su completa electrificación, muestra su preocupación por la llegada de la normativa de reducción de emisiones
Opel es uno de los fabricantes que más claro tiene su calendario de electrificación desde hace ya más de dos años. El 1 de enero de 2025 está marcado a fuego en su calendario, pues a partir de esa fecha todos los modelos que lance al mercado serán 100 % eléctricos, todo un reto.
Esto no significa que la firma solo venda coches eléctricos a partir de esa fecha, pues los modelos de combustión actualmente en los concesionarios seguirán con su ciclo de vida, tal y como nos confirmó a un reducido grupo de periodistas el CEO de la marca, Florian Huettl.
Todo a lo eléctrico
Esto se traduce en que su actual gama de modelos con motores de combustión puede alargar su vida durante unos cuantos años, aunque las previsiones son que a partir de 2030 todo los coches que comercialice la marca serán 100 % eléctricos.
Dos fechas que de acuerdo con Florian son «inamovibles» en su previsión de mercado, pues toda su estrategia comercial y de fabricación gira en torno a las mismas.
La Euro VII no tiene sentido
Respecto a la actualidad del sector Florian se muestra muy crítico con la Euro VII, una regulación que considera «carente de sentido» y que «puede poner en riesgo la supervivencia de determinados modelos de combustión con bajo margen de beneficio, como el Corsa o el propio Astra».
En este caso el problema es que la normativa Euro VII supone una nueva vuelta de tuerca a la reducción de emisiones, se trata de una de sus evoluciones más restrictivas a menos de una década de la prohibición definitiva de los motores de combustión. Hay que tener en cuenta que la Unión Europea ha prohibido la venta de los motores de combustión a partir de 2035.
En este contexto Huettl se cuestiona «el sentido de una normativa que supone una reducción extremadamente exigente de las emisiones y que va a obligar a que los fabricantes dediquen muchos recursos a su cumplimiento, tanto humanos como financieros, en un momento en que deben centrarse en la evolución de los coches eléctricos».
Hasta 2.000 euros
De acuerdo con diversos estudios, la Euro VII podría traducirse en un sobreprecio entre 1.000 y 2.000 euros por coche, lo cual es completamente inasumible en segmentos pequeños como el del Corsa, lo que podría traducirse en un certificado de defunción para ellos.
Esta medida afectaría especialmente a España, pues el Opel Corsa se produce en exclusiva en la fábrica de Figueruelas, en Zaragoza, que de acuerdo con Florian es una factoría que goza de una «excelente salud» pero que sobre la que existen riesgos como este.
Opinión unánime
La Euro VII es uno de los pocos asuntos que ha logrado aglutinar la opinión de los principales fabricantes europeos, que han mostrado su completa oposición a la misma, un mensaje en el que han contado con el apoyo institucional de países como Francia, Italia, Bulgaria, Polonia, Hungría, la República Checa, Rumanía o Eslovaquia.
Marcas como Renault o Seat/Cupra han declarado públicamente que la puesta en funcionamiento de la Euro VII es tan grave que podría traducirse en el cierre de alguna de sus fábricas actuales y el despido de miles de empleados.
La normativa Euro VII va más allá de los coches de combustible y establece que los vehículos eléctricos también deben reducir sus emisiones de partículas plásticas de los neumáticos y las pastillas de frenos. Por primera vez Bruselas pone límites a este tipo de vehículos considerados cero emisiones.
Respecto a una posible contracción del mercado europeo fruto de la electrificación y la subida de precios que ha provocado, Huettl confía en que «los nuevos sistemas de venta como el renting, leasing y financiaciones» puedan amortiguar la subida de precios y que el mercado se mantenga en los niveles previstos.