Práctico
El combustible que ha bajado hasta costar menos de un euro y que te permite tener etiqueta Eco
Además del ahorro, una de las mayores ventajas de este carburante es que homologa etiqueta Eco de la DGT
Hace que ya años que escuchamos hablar de algunas alternativas a los combustibles tradicionales, fundamentalmente la gasolina y el gasóleo, que no sólo son más baratos, sino que además contaminan menos y cuidan mejor de la mecánica de los motores.
Nos referimos al gas, pero dentro del gas hay dos categorías bien diferenciadas aunque las dos tengan en mismo objetivo: servir como carburante de bajo coste para los motores.
Dos opciones
En este caso está el gas licuado de petróleo (GLP) y el gas natural comprimido (GNC), la realidad es que hace ya años que la mayor parte de los fabricantes optaron por el primero, desarrollando transformaciones que permitían adaptar coches de gasolina por un precio muy razonable.
En cambio, el grupo Volkswagen apostó por la tecnología GNC por considerarla más limpia y más suave en su funcionamiento, cuidando mejor de las mecánicas de los coches. En este caso el grupo germano lo introdujo en todas las marcas Seat, Volkswagen, Skoda e incluso Audi con unos resultados excelentes. Incluso modelos de representación como el A5 tenían versión movida por este combustible.
Ahorrar de verdad
Poco después el Grupo al completo se vio obligado a abandonar el proyecto por el encarecimiento del producto que pasó de costar a 0,50 euros el kilo a más de dos euros el kilo, pues en este caso se mide por kilos y no por litros.
La guerra de Ucrania terminó por darle la puntilla, con la supuesta escasez gasística a la que íbamos a asistir a nivel mundial, que finalmente no llegó a producirse.
Entonces, con el gas por encima de los dos euros el kilo no tenía el menor sentido, no sólo era difícil de conseguir, pues las gasolineras de GNC en España son muy escasas, sino que resultaba más caro que la gasolina.
Ahorrar de verdad
Así, el proyecto inicial que hablaba de decenas de gasineras de GNC en toda Europa se redujo a su mínima expresión por falta de rentabilidad y el Grupo Volkswagen abandonó la tecnología por completo, aunque mantenía el servicio a los coches ya comercializados.
En este caso los coches funcionaban tanto con gas como con gasolina, aunque el depósito de combustible convencional era de sólo 10 litros, por lo que su utilización se convirtió en un verdadero incordio para los propietarios, que optaron por vender sus coches baratos y perder dinero.
Ahora, el GNC vuelve a la barrera de euro por kilo, lo que lo vuelve a hacer extremadamente rentable frente al combustible tradicional. Haciendo una estimación, cada kilómetro recorrido con GNC cuesta del orden de 0,07 euros, frente a 0,11 de la gasolina. Lo que significa que para un kilometraje anual de 20.000 kilómetros gastaremos 1.250 euros frente a 2.200 de un gasolina.