Carburante
Los beneficios desconocidos de llenar tu coche con los nuevos combustibles renovables
A la venta desde hace menos de un año, estos nuevos carburantes van camino de ser cero emisiones y permitirán seguir circulando a los coches gasolina y diésel
Hace unos meses que tanto Cepsa como Repsol ya comercializan una línea de combustibles renovables. Estos carburantes llevan menos de un año en el mercado, pero su expansión está siendo extremadamente rápida, pues Repsol ya los comercializa en 200 estaciones de servicio y su plan es cerrar 2024 con 600 gasolineras.
El principal beneficio de estos combustibles es lograr la neutralidad de emisiones de CO2, lo que los haría compatibles con el protocolo de emisiones que puso en funcionamiento Bruselas y que espera lograr las cero emisiones en 2050, año en que debería prohibirse la circulación a los coches de combustión.
Gasolina y diésel sin emisiones
En otras palabras, este tipo de combustibles, gasolina o diésel, deberían permitir que los coches con motor térmico de combustión puedan circular más allá de este año.
Una de las claves de estos combustibles es que no están derivados del petróleo, sino que se obtienen a partir de elementos como de origen orgánico como aceites usados o restos de podas y cultivos.
Un clon pero sin petróleo
El secreto está en que la molécula de combustible lograda por este procedimiento es exactamente igual que la lograda mediante el petróleo, lo que anticipa una compatibilidad con más del 90 % de los coches que hay en el parque móvil nacional.
En el caso de Repsol estos carburantes serían equivalentes a su familia de combustibles premium (los más caros), de hecho el litro cuesta lo mismo, aunque una campaña que acaba de empezar dentro del programa Waylet permite acumular hasta 10 céntimos por litro en cada repostaje, lo que es equivalente a un descuento de 10 céntimos, esto significa que su precio hasta la finalización de la campaña es casi igual al de los combustibles normales.
Dada su formulación premium, este tipo de carburantes aporta una serie de beneficios añadidos a los automóviles que lo usen, como son menos residuos tanto en las válvulas de admisión como en las emisiones de escape y el catalizador, menos oxidación del motor y por último menos espuma, lo que permite incrementar el volumen de combustible que cabe en el depósito y con ello la autonomía del coche.