El nuevo Reglamento quiere velar por el patrimonio automovilístico nacional, modelos que hicieron historia como la C15
Clásicos populares
El nuevo Reglamento de Históricos será más estricto y no permitirá circular libremente a los coches con 30 años
El Consejo de Ministros podría aprobar el Reglamento definitivo en septiembre, que velará por el patrimonio automovilístico español pero no será tan sencillo en su funcionamiento como se esperaba
Pese a nuestra tradición automovilística, España es en la actualidad el segundo fabricante de coches a nivel europeo y el octavo del mundo, tan sólo existen 54.000 automóviles catalogados como históricos dentro de nuestras fronteras, frente a los 600.000 de Alemania o los 400.000 de Francia.
Hace ya años que estos datos hicieron ver tanto a la DGT como a la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA) la existencia de un problema en el proceso de catalogación de los históricos, con una normativa de hace décadas.
Objetivo: simplificar
Se trata de un procedimiento tedioso y caro, requiere meses y cuesta unos 1.500 euros por coche, que hace que muchos propietarios de vehículos con más de 30 años no quieran matricularlos como históricos, precisamente lo que quieren evitar tanto la DGT como la FEVA con este nuevo Reglamento que lleva ya dos años dando vueltas.
El Seat 600 formaría parte de ese legado automovilístico a proteger
En primavera, cuando todos los escollos parecían salvados y era inminente su aprobación por el Consejo de Ministros, el Consejo de Estado, un órgano asesor compuesto por juristas de reconocido prestigio, emitieron un dictamen de más de 60 folios con modificaciones sobre un proceso manifiestamente mejorable.
60 folios de correcciones
En aquel primer Reglamento la clave estaba en una declaración responsable del propietario del coche, que daba fe de que su vehículo estaba en estado original, lo que junto al pago de una tasa de unos 80 euros eran más que suficientes para la catalogación como histórico de prácticamente cualquier vehículo con 30 años o más.
Meses antes el Ayuntamiento de Madrid encabezó un movimiento contrario al Reglamento porque abría la puerta de la ciudad a los casi cuatro millones de coches con más de 30 años matriculados hoy en España que podrían ser catalogados como históricos y circular libremente por la ciudad y por cualquier otra Zonas de Bajas Emisiones, tal y como recoge la legislación hoy.
El VW Golf, otro icono de los clásicos populares
Finalmente el dictamen del Consejo de estado ha sido incorporado al Reglamento de Vehículos Históricos definitivo que debería ser aprobado por el Consejo de Ministros en septiembre en su versión definitiva según informa LaEscudería y posteriormente publicado en el BOE.
Algunas pistas
Al habla con la DGT y con el ministerio de Interior, a día de hoy el Reglamento definitivo es una incógnita al menos hasta septiembre, pero hemos conocido detalles interesantes como que complica el procedimiento para transformar un coche en histórico, en ningún caso será un mero trámite legal que se superaría con el pago de la tasa de tráfico de 80 euros y la declaración del propietario, sino que podría cobrar peso el papel de las ITV dentro del procedimiento.
En materia económica parece que se mantiene la prioridad de que el coste de este procedimiento no sea un obstáculo para los propietarios a la hora de transformar un coche en histórico, con el objetivo de cuidar del patrimonio automovilístico nacional.
En redes sociales ya s epueden ver coches hechos históricos para entrar a la ciudad
En paralelo, parece que la FEVA y el Ayuntamiento de Madrid llevan meses trabajando sobre las ordenanzas municipales para que las Zonas de Bajas Emisiones no se conviertan en zona franca para los vehículos históricos, detalles que faltan aún por conocer y que saldrán a la luz en los próximos meses. De hecho se podría limitar el número de entradas anuales a Madrid a cada coche.
En paralelo estas modificaciones tratan de terminar con la especulación que afectaba a los vehículos de más de 30 años que habían registrado incrementos de precio de compradores que pensaban que podrían circular en ciudad con total libertad una vez convertidos en históricos.
