Práctico
El truco del corcho que se hace cada vez más habitual entre los conductores
Un truco doméstico que puede hacernos mucho más cómoda la vida a bordo de un automóvil sin gastar ni un euro
Los fabricantes gastan millones de euros cada año en cuidar el olor de sus coches. De acuerdo con estudios de marketing parece que los compradores quedan gratamente seducidos por ese típico olor a nuevo de los coches recién salidos del concesionario.
El problema es que es un olor difícil de definir y más difícil aún de imitar, pues habitualmente se trata de olores que desprenden tanto la pintura como las tapicerías e incluso los pegamentos que llevan los automóviles en su habitáculo.
Olor a nuevo
En paralelo deben tener cuidado para que este olor no sea cancerígeno, tal y como ocurría en el pasado cuando era casi obligatorio ventilar los coches nuevos e incluso llegaban a recomendar no permanecer más de media hora dentro de un vehículo recién salido de fábrica.
Ahora cada marca de coches podemos decir que tiene su propia identidad olorosa, no huele igual un Ford que un Renault o un Audi, un elemento que forma parte de su personalidad.
Cada personalidad
Cuando pasan los años este olor desaparece y el coche queda impregnado de otras fragancias, agradables en el caso de usar ambientadores y bastante repulsivas en el caso de los fumadores. De hecho, en el mercado de segunda mano los coches de fumadores se cotizan bastante menos.
En el mundo de los olores dentro de un automóvil hay bastantes trucos, uno de ellos es esconder un calcetín con dos o tres piedras de carbón vegetal en el interior debajo de los asientos, esto filtrará el aire y elimina los malos olores.
Por último, el truco del corcho es igualmente sencillo pero muy eficaz. Consiste en impregnar un corcho con la fragancia preferida del conductor, puede ser un ambientador de casa o directamente una colonia o perfume.
Después basta con colocarlo en uno de los aireadores para que ese olor impregne todo el habitáculo, aunque con precaución, pues si el coche se queda aparcado al sol puede que huela más de lo deseable.