Fundado en 1910
Ramón Hermosilla

Ramón HermosillaOntier

Ramón Hermosilla (1934-2024)

Pura y simplemente un abogado

Su perspicacia, sus ojos abiertos al devenir de la sociedad le hizo comprender que el futuro del Derecho estaba en su transversalidad, sin compartimentos estancos

Ramón Hermosilla
Nació el 28 de mayo de 1934 en Madrid donde ha fallecido el 31 de julio de 2024

Ramón Hermosilla Martín

Abogado

Fue un gran abogado del que la lista de sus pleitos es la cronología de la vida social, financiera y política de España. Defendió al general Armada en el proceso del 23- F, e intervino decisivamente en los casos de Matesa, Rumasa, Cartera Central, Banesto, Ibercorp, compra de Galerías Preciados y Marks & Spencer, Urbanor, Martinsa-Fadesa, Greco…

Ramón Hermosilla Martín era, y su recuerdo nos acompañará siempre, pura y simplemente un abogado. Nada menos que un abogado, una profesión en la que destacó porque amén de su competencia extraordinaria como jurista, académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort, su visión del ejercicio de la abogacía, suponía ese conocimiento profundo, extenso, del Derecho, pero también el ejercicio del oficio de abogado. Comprender y tratar al cliente, entender sus problemas más allá del conflicto, reflexionar y explicar las estrategias, convencerle de que la manera de abordar ese conflicto, ese pleito requería sus conocimientos de las leyes, su experiencia impagable en el tráfico de los pleitos por los juzgados, su metodología firme pero cortés, elegante pero incisiva a la hora de tratar con la contraparte buscando la posibilidad de acuerdos que alejaran el horizonte siempre incierto y complicado de un pleito.

Los que tuvimos ocasión de compartir asuntos con Ramón Hermosilla Martín, sabemos bien de su sagacidad y preparación como jurista, de su finura de humanista, de su visión humana y no sólo jurídica de los asuntos, del respeto y admiración con los que se le recibía en juzgados y tribunales, en la Fiscalía y en la propia abogacía. Su dominio de la escena de las vistas, su elocuencia sutil, directa, convincente, fascinaban y producían tanta envidia como admiración.

Ramón Hermosilla Martín no provenía de una familia y tradición de juristas pero su vocación siempre fue la de ser un abogado y a ello consagró su vida. La biografía de Ramón es, como la tantos españoles, la de un camino lleno de desviaciones y paradas. Nació en Madrid el 28 de mayo de 1934. Hijo de periodista, de la segunda mujer de su padre, amigo de Don Alfonso XIII, huido del terror de la Guerra Civil, huérfano temprano, su madre se encontraba recluida por enfermedad, se crio a los cuidados de sus hermanas Victoria y Carmen. Ramón te contaba su temprana ilusión por ser cantante de ópera y cómo las dificultades económicas de la familia le postergaron los estudios de ingeniero industrial. Durante años su formidable formación en humanidades le llevaron a convertirse en profesor de gramática. Finalmente la Facultad de Derecho le vio como un estudiante brillante lo que le sirvió para entrar en un gran despacho de abogados, el de otros dos gigantes del foro, José María Ruiz Gallardón y Alfonso García Valdecasas. Ya en 1959 fundó su propio despacho que fue creciendo en prestigio y clientes merced al talento, preparación y trabajo de su fundador. Ramón Hermosilla dominaba el Derecho Civil y Mercantil, el tronco de la abogacía de siempre, pero su perspicacia, sus ojos abiertos al devenir de la sociedad le hizo comprender que el futuro del Derecho estaba en su transversalidad, sin compartimentos estancos. Por ello fue uno de los pioneros en el estudio y la práctica del Derecho Penal económico. Su pasión era el Derecho y su práctica , y buena prueba de ello es su formidable biblioteca y la colección de sus dictámenes.

La lista de sus pleitos es la cronología de la vida social, financiera y política de España. Defendió al general Armada en el proceso del 23- F, e intervino decisivamente en los casos de Matesa, Rumasa, Cartera Central, Banesto, Ibercorp, compra de Galerías Preciados y Marks & Spencer, Urbanor, Martinsa-Fadesa, Greco… La lista se haría interminable. Acudir al despacho de Ramón Hermosilla suponía confiar en el jurista sagaz y preparado pero también en el jurista decente, en el consejero capaz de encaminar el problema a soluciones más allá de los tribunales.

Ramón Hermosilla fue uno de los primeros que comprendió que el ejercicio de la abogacía tradicional debía cambiar a modelos en los que el bufete se expandiera para atender la evolución del Derecho y del mundo. Junto a su hijo Ramón Hermosilla Gimeno, se rodeó de un grupo de jóvenes espléndidos convirtiendo al despacho en un modelo de referencia. Aún dio más pasos en ese sentido y en enero de 2009 se fusionó con otro gran despacho , Gutiérrez de la Roza Abogados, dando origen a Ontier.

Ramón Hermosilla Martín falleció en Madrid, la ciudad que le vio nacer, el 30 de julio de este año. Los que tuvimos el privilegio de ser sus amigos, yo heredé su amistad de mis padres y tíos, todos magistrados que le querían y admiraban , sentimos su pérdida, el no poder hablar de lo divino y lo humano, acudir a su consejo, disfrutar de su conversación y experiencias vitales. Con Ramón Hermosilla Martín se va una gran persona, un ciudadano ejemplar y decente, un amigo entrañable y admirado, pero sobre todo se va un Abogado, ni más ni menos, con mayúscula. Para Ana , su mujer, sus hijos, nietos, sus consocios y amigos, mi recuerdo de admiración y afecto perdurable.

  • Eduardo Torres-Dulce Lifante ha sido fiscal general del Estado
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