Que lo arregle Europa
Volvamos al plato de lentejas, que es lo que a usted y a mí nos sigue haciendo más ardua esta cuesta inflacionista que empezamos a vivir. Las lentejas, los yogures, el pan… la cesta de la compra; todo es más caro ahora, pero lo será todavía más. Acuérdense de mi advertencia y tómenselo en serio. La energía, lo que todos llamamos «la luz», no baja. Otra promesa incumplida de Sánchez. Y van… El día que diga una verdad… Supongo que está esperando a que venga la UE a arreglarlo. Estamos en uno de los momentos más paradójicos de los últimos tiempos: mientras Teruel se reivindica, Ourense quiere tener himno propio, Soria también existe y Cataluña no para de endeudarse, no se ha encontrado mejor solución que los burócratas de Bruselas sean quienes arreglen lo de la compra del gas, las vacunas que faltan o nos den los fondos con los que todo va a mejorar. El viejo Estado, según estos trileros de la política, ya no vale. Aunque lo que de verdad está depreciado son ellos, la clase gobernante, la peor en muchos años. Son unos flojos, incapaces de solventar ningún problema. Se ahogan en un vaso de agua, mientras otros ya demostraron nadar en medio de la tormenta y con la corriente en contra. Mucho ponerse estupendos contra todos, pero aquí el plato de lentejas es cada día más caro, y ellos alquilan la solución a Europa.