Salvad a la clase media
La fiscalidad en nuestro país sangra a los que trabajamos. Las subvenciones desincentivan a los que podrían hacerlo
Dos cosas están claras en medio de la desorientación fiscal y económica de la que es responsable este gobierno social-comunista: los pobres no salen de pobres y la clase media cada día se empobrece más. La socialdemocracia, invocada en el congreso del PSOE en Valencia, ha desaparecido y se impone el paradigma comunista de Podemos. Se castiga el trabajo, el esfuerzo, el ahorro, la meritocracia y parece que la clave de bóveda de su proyecto es la presunción de que se persigue a los ricos. En realidad, los ricos suelen tener pocos problemas. Entre otras razones, porque tienen dinero, asesores y hasta se pueden ir de España. Los que de verdad padecemos esta confusión y desgobierno somos la clase media. La fiscalidad en nuestro país sangra a los que trabajamos. Las subvenciones desincentivan a los que podrían hacerlo. El ahorro se penaliza y España se desangra. O los políticos se toman en serio salvar a la clase media, a base de incentivar los buenos usos económicos, o la precariedad seguirá creciendo. No olvidemos que España es ahora, de entre las 25 mayores economías del mundo, el país que, lamentablemente, peor ha gestionado la economía durante la pandemia. Comienza a parecer muy lejano el horizonte de un relevo democrático, orientado a rescatar a la clase media. Los países más democráticos son aquellos que tienen más ancha la franja de este sector. Ricos y pobres los hay en todas partes, clase media solo en los países que progresan.