Doce, más o menos

El buen tiempo anima al paseo. El de ayer, fructífero y apasionante. Descubrí –ya tengo libro para escribir– a una decena de posibles hijos ilegítimos del Rey Juan Carlos. Tendré que consultar con Pilar Eyre, que es documentalista experta en hijos ilegítimos de la Familia Real. Menos mal que sus tiempos no coincidieron con el reinado de Felipe IV, el Rey culto, amante de las artes y la literatura, el Rey del Siglo de Oro. Torrente Ballester, que escribía con bastante gracia, publicó una obrita, El Rey Pasmado dedicada al Monarca que posó ante Velázquez en los montes del Pardo con el fondo azul nevado de la sierra del Guadarrama. Se rodó una película basada en la obrita, mucho peor la película que la obrita, con actores sobreactuados. Gabino Diego, el mejor, de Felipe IV joven, pasmado, deseando ver a su mujer desnuda, gozo natural que le impedían el Conde-Duque de Olivares –Gurruchaga–, y el capellán de Palacio –Juan Diego–.

Tan pasmado fue Felipe IV, que además de los legítimos que sobrevivieron –tres–, le calculan más de 35 hijos naturales, lo cual habría obligado a Pilar Eyre y demás historiadoras expertas en braguetas reales a trabajar de verdad. Los historiadores más medidos le atribuyen siete hijos naturales identificados. Juan José de Austria, Fray Alonso de Santo Tomás, Alonso Antonio San Martín, Carlos Fernando de Austria, Ana Margarita de Austria, Francisco Fernando Isidro de Austria y Juan Cossío. Don Juan de Austria fue hijo natural de Carlos I. Alfonso XII, hijo de la Reina Isabel II no se parecía nada a su padre, don Francisco de Asís.

Este último epigrama de Gustavo Adolfo Bécquer, sin ir más lejos.

Y Alfonso XII tuvo dos hijos naturales. Alfonso XIII, cuatro, si bien dos conocidos personajes pretendieron ser incluidos en la lista sin éxito alguno. El actor Ángel Picazo y el escritor César González-Ruano. Y ahora, con el permiso de Pilar Eyre, le surge de sopetón una hija natural al Rey Juan Carlos I, Alejandra, hecho que ha sido desmentido categóricamente por el Rey padre. Pero ya le han colgado el sambenito.

Me refería a mi paseo por el malecón de la playa de Comillas. Una chica joven, guapa, bien construida, rubia y de cabello rizado, se ha cruzado conmigo. He rogado que detuviera sus pasos, y se lo he preguntado. «¿Usted es hija del Rey Juan Carlos?». Ella, sorprendida por la pregunta, me ha respondido. «Yo sé quién es mi madre, pero mi padre puede ser cualquiera». Le he pedido su nombre y apellidos, y no ha tenido inconveniente en proporcionármelos. Se llama Honoria Torres Bermejas y Steiner. Recuerdo que el Rey, en su pandilla de Estoril, cuando cumplió 13 años, tenía una amiga apellidada Steiner o algo parecido, y que al cabo del tiempo se reencontraron en una regata. Ofrezco a mis lectores la gran noticia, que tendrá que ser ratificada por Pilar Eyre. Honoria Torres Bermejas y Steiner es hija del Rey Juan Carlos. Y lo mismo sucede con Federico Pessoa Das Antas, portugués, François de Molignac de Bussy, francés, Olivia de Marillac, monegasca, Valeria Sherezade Bosic, húngara, Franz Karl Aughentaller Bloknik, alemán, y Mohamed Mustafá Ali-Kaidin, saharaui. Al menos, esos son los que he reconocido en los últimos días.

Tengo libro. Aguardo ofertas.