Homenaje a «Dolly»
La inmunidad del lobo prevalece sobre los derechos y el trabajo de los ganaderos. En las provincias de Santander y del Principado, en Galicia y norte de Castilla, cada día un ganadero se encuentra a su ganado diezmado
Los ganaderos españoles no han demostrado ser agradecidos. Se han olvidado de «Dolly», el pequeño poni de Úrsula Von der Leyen, nuestra bruja europea. Años atrás, Duero arriba, se permitía la caza de un reducido número de lobos. Los animalistas, ultraecologistas «sandía» y demás grupos aparentemente naturalistas, consiguieron que la Comunidad Europea prohibiera la extracción selectiva del lobo ibérico. Vivo entre lobos. Cada día una manada de ellos se lleva por delante decenas de ovejas, o terneros. Cuando la víctima sea un ser humano, niño o adulto, quizá reaccione la ministra despeinada, la Ribera, como ha hecho la Von der Leyen entre lágrimas y zollipos. La inmunidad del lobo prevalece sobre los derechos y el trabajo de los ganaderos. En las provincias de Santander y del Principado, en Galicia y norte de Castilla, cada día un ganadero se encuentra a su ganado diezmado por un ataque nocturno lobuno. Pero las autoridades europeas y españolas no se sienten afligidas por los disgustos que los ganaderos.
Lo de «Dolly» ha sido muy gordo. A un director de un diario de Málaga, en tiempos del franquismo, le costó su puesto un titular en portada, en mi opinión, genial. Lío en la Universidad. Manifestaciones. Estudiantes detenidos que pasaban una noche en comisaría, eran puestos en libertad después de desayunar al día siguiente y, al volver a sus casas o colegios mayores, lo hacían considerándose héroes de la libertad. Aquel día, la manifestación fue multitudinaria y la actuación de la Policía más contundente. Y el diario malagueño ofreció la noticia de esta manera: «Lo de ayer fue bastante gordo». Como lo de «Dolly», el poni preferido de Úrsula Von der Leyen, nuestra bruja comunitaria.
A la señora Von der Leyen, las tragedias de los ganaderos españoles le importan un bledo. Es una mujer de sensibilidad Netflix. El lobo tiene más derechos que las ovejas, las cabras, los terneros , los cerdos y los caballos. Y en Alsacia, donde la brujita reúne, ama y cría a sus caballos, se juntaron varios lobos y se comieron al poni preferido de doña Úrsula, el simpático «Dolly». Después de derramar las lógicas lágrimas del desconcierto, esas lágrimas de los ganaderos del norte de España que la señora Von der Leyen y la ministra Ribera se pasan por sus enaguas silvestres, la ganadera Von der Leyen anunció unas modificaciones en la Ley que prohíbe terminantemente cazar al lobo en Europa. Los centenares de ovejas, cabras y terneros de los ganaderos del norte de España masacrados por los lobos no le ayudaron a reaccionar. Pero lo de su «Dolly» convulsionó inmediatamente la frialdad de su criterio. En Europa hay demasiados lobos y, lógicamente, habrá que autorizar extracciones selectivas para que no terminen con el resto de sus ponis. De ahí que los ganaderos del norte de España, los más sufridos y sacrificados de Europa, demostrarían su ancestral hidalguía y señorío, convocando un homenaje nacional a «Dolly», el poni cuyo fallecimiento producido por el apetito de unos pocos lobos alsacianos ha herido en tan alto y trágico nivel a Úrsula Von der Leyen. Sólo falta que la despeinada, la ministra Ribera, que sabe del campo y sus circunstancias lo mismo que Irene Montero de la delincuencia sexual y la Verstrynge de la brillantez homilíaca, se adelante a la damnificada Úrsula y autorice en España que los guardas de las reservas naturales en las que conviven los lobos con las ganaderías, puedan abatir de cuando en cuando a los ejemplares de las manadas más empecinadas en arruinar a nuestros ganaderos. Y si ello sucede, será gracias a «Dolly», por cuyo recuerdo siento una desmedida simpatía.
Menos lobos y más libertad.