La bala
Joe Biden, quien también se negó a condenar el atentado en los primeros instantes bajo esta frase «vamos a esperar», había texteado el 12 de julio lo siguiente: «We must stop him». «Debemos detenerlo». Como incitación a la violencia y al crimen no cabe duda alguna
En una época en la que se puede hacer una foto tan nítida de la bala que iba dirigida a la cabeza del presidente 45 de Estados Unidos y candidato a la presidencia con ventaja en el 2024, Donald Trump, como se puede notar aquí (https://www.soy502.com/articulo/foto-muestra-bala-volando-tras-cabeza-donald-trum-100931), cabe preguntarse cómo no descubrieron con anterioridad al tipo que la disparó a tan pocos metros de distancia estando situado de forma tan visible; es más, cómo no hicieron caso de un seguidor de Trump que minutos antes avisó a la Policía apostada, el que ni siquiera dirigió la mirada hacia el lugar ni atendió las palabras de quien le alertaba.
No fue una bala, fueron dos, quizás más; la segunda pudo haberle atravesado el corazón.
No ha sido solamente herido Donald Trump, dos personas también fueron alcanzadas, una de ellas ya no es de este mundo. Condolencias a su familia y cercanos, lo que no resolverá nada, ni apaciguará la gravedad de los sucesos.
Que irían contra el presidente Trump hasta querer asesinarle obedecía a todas las posibilidades del odio y de la violencia perpetrados en su contra, lo que es algo todavía no acabado. Deja claro, eso sí, todavía más si se puede, quiénes son los criminales y de dónde provienen la inquina y la amenaza.
Barack Obama no tardó demasiado en postear en X que había que esperar a conocerse lo verdaderamente sucedido y que no había lugar en ese país para la violencia. ¿En serio? ¿Esperar a qué? ¿A ver correr más sangre? También es verdad que lo escribió él, alguien a quien le dieron un Nobel de la Paz a pocos meses de ser elegido presidente, y que acto seguido desató varias guerras, ordenó numerosos bombardeos, y no sirvió más que para lo que ha servido Joe Biden, para guerrear y ningunear a Estados Unidos.
Mientras que, por el contrario, Donald Trump consagró tiempo y esfuerzos para establecer diversos y fructíferos diálogos de reconciliación, además de que bajo su mandato no existió más que paz; mientras que el resto, entre los que se encontraban los Obama, los Clinton, los Bush, y los Biden, se dedicaba a impedir que gobernara en otra forma de guerra sucia que muchos de ustedes recordarán, y que ha conducido al acto que presenciamos el sábado 13 de julio que pretendió asesinar a Trump.
Joe Biden, quien también se negó a condenar el atentado en los primeros instantes bajo esta frase «vamos a esperar», había texteado el 12 de julio lo siguiente: «We must stop him». «Debemos detenerlo». Como incitación a la violencia y al crimen no cabe duda alguna. Pero, por supuesto, hay quien se atreve a xuitear eso de que todo no es más que un teatro del 45 y que Abascal es un «bocachanclas»; quien así habla es un energúmeno de Podemos y el odio que destila debiera atendérselo pues podría acabar con un arma en la mano… O mínimo enfermo, como el nuevo mandatario de Polonia, del Partido Popular Europeo, Donald Dusk, «mascota de Merkel», de los alemanes, y de Von der Leyen –como bien señala Hermann Tertsch–, y que no hace mucho posteó una foto suya, a las espaldas de Trump, burlándose de éste, con una mano en forma de pistola apuntándole por detrás, como se puede observar aquí .
Nadie olvide esta fotografía que colgó en la red Donald Tusk, el del Partido Popular Europeo, el ahora jefe de gobierno polaco y mascota de Merkel, ahora de Von der Leyen y siempre de los alemanes.
El pepero es tan progre como Feijoo y Moreno Bonilla y copia todo lo socialista.
Pero volvamos a la bala, a las balas, amén de las investigaciones que se hagan, sólo añado lo que para mí es mucho más relevante: qué santo tan claro tiene el Moñeta. El Moñe, que es como yo he llamado siempre al rubio, está unta’o. Qué poder tan claro y tan alto, que lo abraza y protege; porque esa bala se la detuvo Dios sin duda alguna.
¿Qué? ¿No lo quieres ver? Tu maletín, y cárgalo que es pesado y apesta a soberbia. Y la soberbia sólo conlleva a la intriga y la destrucción. Por cierto, hablando de soberbia, mientras que Abascal enseguida posteó a favor de Trump, el dictador Sánchez demoró lo suyo, que conste que tampoco esto desviará la atención sobre la corrupción en la que está embarrado por ser el marido enamorado de la negocianta en jefe y hermano del 'dícese' que músico, al que de verdad hay que escrutar con lupa; y no a Nacho Cano, ídolo.