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19 de septiembre de 2024

DivisaderoAntonio Pérez Henares

Óscar puente, la insultante inutilidad de un ser

Lo definí en un artículo de aquel entonces como «el mejor mulo de la reata sanchista» y se me hizo el honor de ser uno de los «elegidos» en aquella «investigación» en la que empleó numerosos recursos y funcionarios públicos para elaborar un listado de todos los que habíamos realizado critica, sátira y mofa

Actualizada 01:30

El personaje salió de la chistera de Sánchez para hacer lo que sabia: desparramar una ensalada de coces, un aria de rebuznos y un festival de relinchos contra Feijóo en el Congreso, tras su insuficiente victoria electoral. Al caudillo, a la corte pedrera y a la tropa papagaya les gustó mucho y lo jalearon como su héroe porque, ciertamente, y para tal parva, cumple con creces los requisitos de serlo. El premio del amado líder fue hacerlo ministro de Transportes pero su cometido real siguió siendo el de boceras oficial.

Lo definí en un artículo de aquel entonces como «el mejor mulo de la reata sanchista» y se me hizo el honor de ser uno de los «elegidos» en aquella «investigación» en la que empleó numerosos recursos y funcionarios públicos para elaborar un listado de todos los que habíamos realizado critica, sátira, mofa y befa de él. Cargos de los que humildemente me confieso culpable y en los que prometo recaer.

En el tiempo transcurrido el susodicho ha desempeñado como mucho empeño sus tareas, ante todo la primordial y en realidad encomendada como trascendental, la de insultar a todo bicho viviente entendido como enemigo del «Intocable» y su entorno familiar cada vez más tocado por mas que dudosas practicas, modos y maneras de actuar. El ministerio real de Puente no era el de Transportes, eso es para cobrar y figurar, sino el de Twitter o como ahora se quiera llamar. Ése es el campo que le gusta y el prado donde pasta y retoza a placer pues es el más idóneo para sus cualidades intelectuales pues en él la pedrada, el escupitajo y la coz son las herramientas imprescindibles para triunfar.

Pero se le ha torcido, y de qué manera, el otro pie, el del Transporte, un pobre y trascendental Ministerio que necesita lo que él no tiene ni quiere tener: preparación, capacidad, disposición y trabajo. Allí llueve sobre mojado pues sus antecesores fueron nada menos que el gran válido del «emperador», Ábalos con el «puerta» Koldo como cachicán y la intangible Raquel Sánchez que le sustituyó cuando el «todopoderoso» visir sanchista cayó pero se le taparon las vergüenzas y se le dejó un lugarcito al sol hasta que la mierda comenzó a emerger por todos lados.

Seis años de trinques, trapicheos e inanición y Oscar Puente luego al timón, aunque él prefiere el palo de golf, han llevado a escenarios donde, tras hacerse habitual la avería y el retraso por Cercanías durante meses se haya pasado este verano a la imagen de caos y desastre en las estaciones y en toda la red. Al boceras se le han ido quitando las ganas de hablar excepto para echarle la culpa ¡al PP! cuando hace hace mas de un lustro es cosa muy suya. Su último tuit, él siempre se expresa en modo tuit aunque comparezca en el Senado, ha sido alertarnos de que la situación, tras lo sufrido en Chamartín, en Atocha y Sants también puede colapsar. ¿Alertarnos a nosotros señor ministro? Alerta tenía que haber estado usted y hacer su trabajo para evitar tal desaguisado. Pero es que si algo es en realidad Oscar Puente es inutilidad, una insultante inutilidad, porque además de serlo nos insulta a los todos demás

Resulta, además, que el pretoriano sanchista estaba en otro de sus cometidos en su labor como privado y recadero de su señor. Hacerle una «auditoria» a Ábalos con la intención de cargar en él, y en exclusiva, todas y cada una de las culpas de las corrupciones covidianas. El objetivo no es otro que así exonerar a quienes también están en el ajo como la ex-presidenta balear y ahora presidenta del Congreso, Armengol, el ex presidente canario y ahora ministro, Torres o el que fue ministro nada menos que de Sanidad y ahora el mayor referente de la sanchidad y presidente catalán, Salvador Illa. Y por supuesto, el dictaminar que don Pedro nada tuvo que ver ni conocer ni vigilar.

Sin embargo, la cosa se está retorciendo cada vez mas y Puente cojea ya en las dos orillas y de los dos pies. Lo de Ábalos es un avispero mas peligroso y que le hayan pillado en filtraciones y enjuagues envenena la jugada y cabrea a quien tanto tiene que callar. Aunque en esto poca esperanza tuve nunca, y sigo sin tener, de que hable y diga verdad. Sería el derrumbe total. Pero es que el primero que quedaría aplastado sería el mismo. Por ello y por él mismo, es por lo que Ábalos callará. Amenazará con hacerlo, pero no puede hablar porque al primero a quien condenaría es a él. A no ser que vea que lo van a condenar irremediablemente y decida morir matando.

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