Manual para justificar dictaduras

La izquierda tiene un Manual para justificar dictaduras, o terrorismos de extrema izquierda, enormemente eficaz hasta ahora. No hay más que ver la increíble buena imagen del comunismo en las sociedades democráticas. Y el Manual, por supuesto, ha sido desplegado de nuevo para justificar la dictadura chavista de Venezuela, con el uso de todas o alguna de sus siete herramientas, dependiendo de los partidos políticos:

1)La negación: es decir, afirmar que no es una dictadura. Esta es la primera y más importante herramienta de la extrema izquierda. Los comunistas la llevan usando desde el siglo XX para justificar las dictaduras comunistas. Y lo siguen haciendo con sus variantes actuales. Podemos, Sumar, BNG, ERC y Bildu defienden abiertamente a Maduro, y están muy orgullosos de su dictador, mientras dicen, Rufián en el Congreso, que Edmundo González «es un ultraderechista».

2)Las buenas intenciones: de vez en cuando, por ejemplo, cuando se les recuerdan los cien millones de asesinados por el comunismo, se agarran a aquello de las buenas intenciones. Era una utopía por la igualdad; la idea era buena, pero no salió muy bien. O lo del chavismo en defensa del pueblo pobre y explotado.

3)Los logros sociales: en realidad, la auténtica libertad está en las dignas condiciones de vida, y que te metan en la cárcel por decir lo que piensas es un tema menor. Y aquí te plantan increíbles estadísticas, por ejemplo, sobre el gran bienestar de los cubanos, confeccionadas por la dictadura cubana.

4)Esto es un conflicto: no es cosa de dictadores y demócratas, sino de dos partes enfrentadas y con la misma legitimidad. Por lo tanto, mediemos. Que es lo que dice Zapatero que hace. Que media. Lo mismo que hizo con ETA, mediar entre los terroristas, una parte del conflicto, y los perseguidos, la otra parte del conflicto.

5)La soberanía de los pueblos: Como dijo en el Congreso el portavoz del BNG, Néstor Rego, «defendamos la soberanía de los pueblos frente a las políticas injerencistas del imperialismo norteamericano». Eso sí, no les preocupó mucho lo de las injerencias cuando reconocieron el Estado Palestino. Por supuesto, esto se aplica únicamente a la condena de dictaduras de izquierdas.

6)Hay otros peores: No me hablen ustedes de Venezuela, que hay otros países mucho peores en cuestiones de democracia y libertad. En este punto, los disparates son asombrosos, pero la izquierda los suelta sin sonrojarse. Pisarello, de Sumar, dijo esta semana que es peor «lo de la autoritaria Francia o lo de Estados Unidos». Y es que la extrema izquierda llama democracia a Venezuela y autoritarismo a Francia o a Estados Unidos.

7)La instrumentalización: Esta es la herramienta de la desesperación argumental, o la de los vergonzantes. En este caso, la del PSOE. La usó Cristina Narbona en el Congreso y la ha usado toda la prensa de izquierdas. Con aquello de que «no instrumentalicen ustedes Venezuela para atacar el Gobierno». Es la misma que utilizan habitualmente con ETA: no usen ustedes a ETA. Es la otra forma de negación de las dictaduras y del terrorismo, pero por vía indirecta, menos descarada y brutal que la de la extrema izquierda.

¿Funcionará de nuevo el Manual? Me temo que es muy posible. Al fin y al cabo, esta gente sigue sosteniendo en pleno siglo XXI la barbarie comunista sin apenas contestación.