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HorizonteRamón Pérez-Maura

Auschwitz y Francisco Franco

Así que ya sabe, señor ministro, tiene dos opciones: contar la verdad del régimen de Franco y el holocausto o exigir que en Auschwitz también se aplique su Ley de Memoria Democrática y se borre del mapa de Europa la verdad de lo que ocurrió en España. Pues eso. Valor y al toro

Actualizada 01:30

Tengo la impresión de que el primer acto de la conmemoración de los 50 años de la muerte de Francisco Franco, al que han asistido los Reyes, ha sido un notable ridículo para el Gobierno que ha intentado adueñarse del trágico aniversario de la liberación de Auschwitz. Yo me alegro mucho de que España estuviera representada por los Reyes. Como Inglaterra estaba representada por el Rey Carlos III y allí hubo hasta medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno.

El ministro de jornada que acompañó a los Reyes fue el de «Memoria Democrática» Ángel Víctor Torres. Y yo me felicito especialmente de que fuese el escogido para acompañar a los Reyes porque a lo mejor tuvo el valor necesario para explicar al resto de delegaciones que para el Gobierno español ese acto formaba parte de la conmemoración de la muerte del Generalísimo Franco. Yo hubiera pagado lo que no está en los papeles por ver la cara de cualquier dirigente europeo atendiendo a la explicación del ministro español de la relación entre la muerte de Franco y Auschwitz.

Pero descuide, ministro. Sé perfectamente que no se le ocurrió hacer ningún paralelismo. No porque no lo haya. Eso es irrelevante para un Gobierno que se inventa «relatos» todos los días partiendo de mentiras que pretenden convertir en «sus verdades». Falsas verdades que a falta de repetirlas una y mil veces su Equipo Nacional de Opinión Sincronizada acaban siendo compradas por una parte relevante de la población española. Pero no se les ocurriría usar ese falso argumentario con los dirigentes europeos no vaya a ser que se enteren en manos de quién estamos de verdad.

Yo he tenido la oportunidad de visitar Auschwitz el 24 de abril de 2017 y hacer andando la Marcha delos Vivos desde el campo de concentración hasta los hornos crematorios de Birkenau. Recordar cómo era ese penoso camino de personas esqueléticas camino de su asesinato. Mi mujer y yo marchamos con amigos judíos españoles para recordar a las víctimas de la Shoah. Recuerdo con cierto orgullo el gran mapa de Europa en el que sobre cada país aparecía el número de judíos que habían sido deportados y asesinados. Y digo cierto orgullo porque sobre España y Portugal la cifra era 0. Sí, señor ministro de la «Memoria Democrática». Cero. El régimen del general Franco estuvo aliado con la Alemania nazi durante la Guerra Civil española y hasta aproximadamente la mitad de la Segunda Guerra Mundial. Pero no sólo jamás deportó de España a un solo judío, sino que además acogió y dio pasaportes a judíos de toda Europa. Y la fabulosa hazaña en 1944 del encargado de negocios de España en Budapest, Ángel Sanz Briz, que salvó la vida de 5.200 judíos aduciendo que eran sefardíes cuando en realidad sólo 200 lo eran. Sanz Briz llevó a cabo su heroica actuación con pleno conocimiento del Gobierno de España y después siguió una brillante carrera que concluiría como embajador de España ante la Santa Sede donde falleció en 1980.

Así que ya sabe, señor ministro, tiene dos opciones: contar la verdad del régimen de Franco y el holocausto o exigir que en Auschwitz también se aplique su Ley de Memoria Democrática y se borre del mapa de Europa la verdad de lo que ocurrió en España. Pues eso. Valor y al toro.

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