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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Por favor, denle un empleo en China

Estamos seguros de que el poderoso PCC tiene mil maneras de aprovechar la lealtad y talento del valioso camarada Xi Sanching

Actualizada 12:51

A la atención del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista Chino (el Zhōngguó Gòngchǎndǎng en lengua local), con ruego de pronto acuse de recibo:

Muy señores nuestros. Acabamos de asistir a la exitosa reunión del presidente de España, Pedro Sánchez (Xi Sanching en mandarín) con el líder supremo, perenne e indiscutible de su partido, el venerado camarada Xi Jinping. En esta visita, la tercera de Xi Sanching a Pekín en poco más de dos años, se ha percibido una extraordinaria sintonía, como no podía ser de otra manera tratándose de dos dirigentes socialistas de referencia. En realidad solo existe una diferencia reseñable entre ambos. Y es que Xi Jiping fomenta la unidad de su país, que considera un bien preciado e irrenunciable, y promueve la grandeza de China en todos los ámbitos; mientras que Xi Sanching se ha embarcado en la original tarea de diluir España en varias taifas, a la orden de partidos separatistas antiespañoles a los que debe un poder que no le dio el apoyo del pueblo.

A pesar de esa discrepancia, creemos que ustedes pueden considerar a Sanching como un aliado muy fiable, pues comparte con el camarada Xi la aversión a la separación de poderes, el gusto por la propaganda y el culto al líder y la persecución de la prensa libre y los adversarios ideológicos. Además, ambos tienen claro que el Estado debe tutelar la actividad de las empresas privadas y convertirse en el referente de todos los ámbitos de la vida pública y particular.

Ustedes han tenido estos días la ocasión de ver a Xi Sanching en acción. Habrán constatado que es alto, apuesto, habla inglés y tiene una capacidad sin parangón de adulación y de mutación camaleónica. ¿No es una pena que un líder de tan notables características este constreñido a España, un país de 48 millones de habitantes? ¿No sería más útil para el mundo y para el socialismo que Sanching trabajase directamente para ustedes, como hace ya el camarada Rodríguez Zapa-tong con tanto éxito y tanto beneficio para su bolsillo?

¡Por favor, denle un empleo! Sáquennoslo de España, que brille al servicio de la gran China. Presenta varias cualidades casi únicas. Es capaz de defender con igual rotundidad una afirmación y su contraria. Su habilidad para manipular los datos contables es asombrosa (en España se está fumando sistemáticamente 700.000 parados con un truco semántico y nadie le dice ni pío). Su creatividad jurídica es digna del camarada Chávez, que en paz descanse. Ahora mismo, Sanching está cambiando de tapadillo aspectos medulares de la Carta Magna de España con una cacicada desacomplejada en el Tribunal Constitucional. Un genio.

Aprovechen a este mirlo blanco. Denle un empleo al servicio de China. Y no es ya solo lo que aporta él. Está también el plus de valor de sus allegados. La camarada Gómez, la esposa de Sanching, es una formidable intermediaria comercial. Imagínense si la ponen, por ejemplo, al frente de la distribución de la salsa naranja de todos los restaurantes chinos de Europa. Lo bordaría, ¡quién la vería con sus power points, impartiendo másteres al respecto! Y qué decir del Hermanísimo, el camarada Azagra. ¿No se han planteado pulir el himno del PCC? ¿O lanzar alguna ópera que ensalce al gran timonel Xi? Pues ahí tienen a Azagra, una máquina de la partitura, llévenselo también para Pekín. Pero eso sí, no le pongan despacho, porque como artista que es no acude a trabajar.

Por último, sería injusto dejar en la estacada al camarada Ábalos, que tantos servicios le prestó a Sanching en la Larga Marcha, cuando asaltó el poder en 2018 de la mano de los separatistas. Aunque ahora esté en horas bajas, Ábalos y sus cooperantes, los emprendedores Koldo y Aldama, les podrían montar por toda China unos Centros de Relax del Proletario, cuya naturaleza ya imaginan y no es necesario detallar aquí.

En fin, que la triunfal gira pekinesa de nuestro amado presidente nos llena de altas expectativas. Ustedes agasajaron en su día al pueblo español con la cesión de dos osos pandas para un zoo. Nos toca ser agradecidos y corresponder. Así que se lo regalamos, entero y mañana mismo. Llévenselo cuando antes y abramos así una nueva y extraordinaria etapa en las relaciones sino-hispanas.

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