Cartas al director
Un buen acuerdo
El acuerdo, in extremis, entre el PP de Castilla y León y Vox, para poder formar un gobierno de coalición en esta comunidad autónoma, es una magnífica noticia y motivos de esperanza para todos aquellos que no estemos en la equidistancia o seamos partidarios de la alternativa del Gobierno radical y de extrema izquierda que lidera Pedro Sánchez con Unidas Podemos, junto con sus aliados separatistas y próximos a los herederos del terrorismo etarra. Porque, vamos a ver, hay que hablar ya de forma muy clara, en España solo hay dos opciones, el que representa Sánchez y la ultraizquierda, cuyos frutos, tanto en política interior como exterior ya se está comprobando, y la otra alternativa realista que es la que representa un acuerdo entre las dos fuerzas a la izquierda de Sánchez y Podemos, ya que, para bien o para mal, el centro político que era Ciudadanos, ha desaparecido, según las encuestas y los últimos resultados electorales. Personalmente, siempre he defendido la centralidad, la moderación, el sentido común y la responsabilidad de las dos fuerzas políticas mayoritarias, PP y PSOE, pero, una cosa es el deseo y la otra, la realidad. Primero, fue Rodríguez Zapatero, luego lo remató Pedro Sánchez, cargándose el proyecto socialdemócrata que en su día consolidó Felipe González desde el Congreso de Suresnes en 1974. El centroizquierda en España no existe, solo la izquierda radical y la extrema izquierda. Ante tal situación, que es muy lamentable, no hay más alternativa que lo que en Castilla y León se ha planteado. Podrá gustar o no gustar, pero es lo que hay, hasta que Pedro Sánchez se convierta en un manchón horrible e impresentable en los manuales de la Historia. Muy bien por el nuevo PP y por los ciudadanos de esa comunidad, al respetarse la voluntad popular en las urnas.