Los muertos de la covid

Se agradece que el Editorial de este pasado domingo en El Debate: «El tenebroso y alarmante silencio ante el aumento de muertes en España» se haga eco de una situación anómala que se trata de ocultar. El titular dice mucho y es suficientemente descriptivo. Y dice mucho también de la talla moral de este Gobierno y de los que tienen responsabilidad sobre lo que ocurre.

Coincido en la mayor parte de lo que aparece en el artículo, pero considero que en el Editorial se descarta demasiado rápido la covid como causa más probable del aumento de mortandad.

Igual que el calor explica solo parte del aumento, las deficiencias de nuestro sistema de salud, que no niego, también lo explican solo en parte. Si esas deficiencias fueran la causa principal, el exceso de mortandad se mantendría más en el tiempo, y no sería probable que estuviera tan correlacionado con el pico de positivos covid que tuvimos este verano, y que el Gobierno ha tratado de ocultar. Como señalé en mi anterior carta al director «La (¿preocupante?) mortandad de julio y agosto», destacados expertos señalan como explicación más probable la relajación de las medidas que frenaban la propagación de la covid y la pérdida de concienciación de la población, promovidas ambas por el Gobierno. Todo ello provocó que en julio «el verdadero número de infectados en España 'debió' rondar los 2,5 millones de casos, frente a los ridículos 436.000 de las cifras oficiales», en palabras de Miguel Sebastián, exministro socialista.

Me preocupa este asunto, ya que veo que no hemos aprendido del error porque ni siquiera los responsables se han molestado en identificar el verdadero problema, que es el exceso de contagios. Así pues, me temo que nos dirigimos al mismo escenario dentro de pocos meses. Esperemos que la población vulnerable esté entonces más protegida.