Cartas al director
El error de Feijóo
Es obvio y razonable que un líder de la oposición haga su trabajo de forma constructiva, marcando las pautas no ya solo de lo que debe ser eso que los británicos denominan «la muy leal oposición de su Majestad», sino también para que los ciudadanos podamos ver que hay siempre una alternativa al Gobierno de turno. Así lo establecieron los países anglosajones, auténticos inventores de la democracia moderna pero, también, se exportó al resto de los países democráticos de occidente y, de entre ellos, por supuesto, debería ser también aplicable a España. Ahora bien, el problema es cuando el Gobierno, en lugar de gobernar, se dedica a algo tan inusual como antidemocrático que es el de ser oposición a la oposición, como hace, desde el minuto uno, Pedro Sánchez. En este sentido, el señor Feijóo, líder de la oposición y del partido alternativo, el PP, se está equivocando, dejándose engañar de forma tan ostentosa como ridícula. El último ejemplo es el ser partícipe del enjuague del reparto de vocales del CGPJ, renunciando a lo que estaba haciendo muy bien, de forma ejemplar, la de exigir que 12 de procedencia judicial sean elegidos, estrictamente, por los propios jueces y magistrados y no por reparto de cromos entre partidos. Así, el PP, de llegar a un acuerdo de nombres en lugar de principios va a mancillar todo lo andado en los últimos 4 años por bloqueo del Gobierno socialcomunista, que no defienden ni creen en la separación de poderes. Podría poner más ejemplos, pero prefiero no echar más leña al fuego. El problema de base es que Feijóo, como Casado anteriormente, se acomplejan y flojean delante de la izquierda, con una mentalidad socialdemócrata encubierta, como si la socialdemocracia fuera lo único políticamente incorrecto. Solo Díaz Ayuso es el modelo liberal-conservador a seguir, en principios y valores. Ojalá me equivoque.