Cartas al director
La realidad de la sanidad pública
La realidad es que el Gobierno, con ocasión de la emergencia sanitaria internacional declarada oficialmente en enero de 2020, organizó y tuteló la salud pública a través de unas medidas preventivas que eran irracionales, absurdas e ilógicas. Más que medidas preventivas fueron medidas suicidas, llegando, incluso, a asistir los propios ministros a manifestaciones masivas. En cuanto a las «prestaciones necesarias», la realidad es que fueron negadas a todos los españoles durante meses, en lo peor de la tragedia, alegando el Gobierno que las mascarillas eran absolutamente innecesarias. Como diría un ministro que actualmente negocia al margen de las Cortes Generales los vocales del Consejo General del Poder Judicial, algunos es que no saben hacer otra cosa que incumplir la Constitución. La realidad es que el artículo 43 de la Constitución, «compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones necesarias», fue un artículo, en aquellos meses trágicos, no incumplido, sino pisoteado. Y el Gobierno que lo pisoteó, ahí sigue, sabedor de que el pueblo en muchas ocasiones elige a Barrabás.