Los pucheritos de Irene

Las palabras de la diputada Carla Toscano a Irene Montero fueron inadecuadas en sí mismas, pero también porque no debiera haber actuado como esos comunistas, insultadores profesionales, y por ponerse a su misma altura dándole la salida victimista que ellos tan bien gestionan.

La patulea podemita y afines llevan años injuriando a quienes no comulgan con sus falaces ideas. Han ofendido a muchas mujeres: recordemos el escrache a Rosa Díaz en un campus universitario en el que participó el allí profesor Pablo Iglesias, recordemos el escrache a Soraya Sáenz de Santamaría a la puerta de su domicilio, recordemos el acoso a Begoña Villacís embarazada y no podemos olvidar que la diputada Isa Serra fue condenada por llamar cocainómana y puta a una policía, como tampoco podemos ignorar los insultos de Iglesias a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Tantos casos que no hallamos lugar para citarlos todos, son ejemplos de lo que entienden por el respeto a las mujeres y el feminismo.

La Irene Montero que rio ante aquel comentario de un periodista en un medio afín: «Tienes el coño más grande que esta mesa», la Irene que una vez dijo «los Borbones a los tiburones» y que sufrirían sus «recortes con guillotina», se ofende mucho por lo que le digan quienes no comparten sus putrefactas ideas.

Claro que la frase de Toscano fue inapropiada, pero que la indocumentada y soberbia ministra Montero nos haga unos pucheritos desde el escaño, qué quieren que les diga, a mi me parecieron mucho más de rabia que de pena.

Lo que da lástima, también asco, es que el mismo día de tales gimoteos en el Parlamento, se aceptaran, casi con normalidad, barbaridades como la burrada de Rufián de que las sentencias del procés fueron obra de jueces fascistas. Basta ya.