Machismo y feminismo

Se nos habla todos los días, y hasta la saciedad, de machismo y feminismo, se contraponen y se enfrentan, como si uno fuese malo y el otro, necesariamente, bueno por ser contrario. Ambos son dos conceptos que se dan por sabidos.

Según la RAE, el machismo es «actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres», también es «una forma de discriminación sexista caracterizada por la prevalencia del varón». En otros diccionarios y wikipedia el machismo es definido como una actitud, creencia o forma de pensar.

El feminismo, también según la RAE, es una «doctrina y movimiento político y social que pide para la mujer el reconocimiento de las mismas capacidades y derechos que para el hombre». Otros diccionarios lo definen como «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre» o como «movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo». Wikipedia nos dice que es «un movimiento político y social, una teoría política y una perspectiva filosófica que, según la RAE, postula la igualdad de derechos de la mujer y el hombre». Existen las diferentes variantes de feminismo.

Habría que plantearse la reacción que genera una mala actitud, como el machismo, para dar origen a una doctrina, un movimiento político y una corriente filosófica que, supuestamente, deben ser buenos. Pero es la naturaleza política la que lo corrompe, dado que origina en el feminismo una actitud revisionista, justificativa y revanchista.

Ante una situación de peligro, el machismo como actitud de prepotencia generó el lema «las mujeres y los niños primero» como prioridad al «sálvese el que pueda». El feminismo, como actitud revisionista y revanchista nos lleva a esa discriminación ¿positiva? que impone como prioridad «sálvese el que pueda, pero paridad ante todo».