Degradación absoluta del Congreso de los Diputados

Qué pena y tristeza produce que un representante del pueblo español, como es Pablo Echenique de Podemos, se permita cuestionar, insultar y degradar a nuestro Rey Emérito Don Juan Carlos I.

Pero esto no solo es el dolor que nos causa a muchos de los españoles, entre las que me encuentro, por una valoración torticera e injusta, lo más triste de semejante intervención, es que la señora presidenta de la cámara no lo haya cortado radicalmente dichas manifestaciones de este representante popular que denigra nuestra Constitución, nuestra convivencia y el agradecimiento que todos debemos a la figura del Rey Emérito, que con el apoyo de todos los partidos políticos, incluidos los de extrema izquierda, comunismo, separatistas, consiguió que aunaran criterios y sacar adelante la Constitución de 1978, que nos avala, que nos ha traído hasta aquí y que nos ayudó a estar en el mundo occidental a partir de los últimos años de esa década. Además de forma despectiva, solicita se retiren del Congreso todo lo que representa su figura y su etapa.

Todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida, pero el respeto y la lealtad que nos debemos como personas no puede permitir estas manifestaciones públicas sin las pruebas jurídicas que pudieran avalarlo. Lo más importante para los que hemos vivido estas últimas 6 décadas es no olvidarnos del esfuerzo, compromiso, respeto y lealtad a las instituciones, a nuestro gran país y a la figura de quien representaba la monarquía hasta hace unos años, que fueron el artífice de este gran logro.

«El pueblo que no honra su pasado, no merece el futuro» y desgraciadamente parece el camino que está marcando el actual PSOE y sus acólitos. Les importa bien poco los españoles en su conjunto, solo se ocupan de insultar y degradar con tal de mantener la poltrona.