La sinrazón de quienes nos gobiernan

Con mucha frecuencia vemos a diario muchas barbaridades. Ahí radica la sinrazón, esa acción hecha contra justicia y fuera de lo razonable o debido.

El Gobierno que nos gobierna, el mismo que está gobernando comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos, son tal para cual, aunque intenten demostrar lo contrario, porque, de tal palo, tal astilla. Todos ellos son copartícipes de todo lo que el socialcomunismo, junto a los trozos frankestonianos que le sustentan, están aprobando al amparo de los inconstitucionales del Tribunal Constitucional, y de la dependencia sibwanera del fiscal general del Estado. He ahí una autentica sinrazón de quienes no proceden con desinterés en el desempeño de un empleo o en la administración de la justicia, actuando, a la vez, con un lenguaje incorrecto e inexacto con un marcado interés inmoral y partidista contrario a la libertad y a la Constitución.

Pedro Sánchez y toda su camarilla están soltando soflamas con la intención de confundir al pueblo, sacando de él alguna tajada electoral. Están mintiendo sobre Doñana, cuando ellos han estado casi 40 años y no fueron capaces de crear una infraestructura medioambiental razonable y justa no sólo para el ecosistema de todo el paraje, sino para sus alrededores, controlando y vigilando la cantidad, la utilidad y la calidad del agua, no sólo para un presente, sino para un largo futuro. De ahí lo de aquellos polvos, estos lodos. Siempre hay que actuar en las bonanzas, no cuando hay escasez.

Y otra de las grandes sinrazones de quienes nos gobiernan es el tema de la vivienda, sacada a relucir, precisamente ahora, cuando estamos en campañas electorales, olvidándose de que llevan casi cinco años gobernando en España. ¿Cuántas viviendas sociales se han construido y entregado? Algo tremendamente grave fueron las acusaciones y amenazas de Pedro Sánchez si no cumplían su ley. ¿Acaso no saben que cualquier ayuntamiento de España tiene sus normas y planes urbanísticos, y para su modificación se requiere mucho tiempo? Toda amenaza es propia de dictador, ese que emplea la sinrazón con la intención de seguir en el cargo a costa de los incautos que se dejan engañar. He ahí el grave problema del pueblo español absorto con el pan y circo.