Derroche de promesas

Estos días la lluvia de ofrecimiento de regalos a los jóvenes españoles por parte del presidente Pedro Sáncheznno tienen fin, y se ve que es una descarada compra de votos. Que aquello que no hizo en cinco años vaya a producirse ahora hace sospechar que las cosas deben ir muy mal en los tracking de la Moncloa. Pretende regalar a los hijos lo que le quita a los padres. Estos piden que se baje el IVA de la carne y el pescado, vitales en una alimentación mediterránea sana, y se niega, pero a sus hijos les pretende dar viajes por Europa a mitad de precio, y todavía más baratos para viajar por España. Y no solo eso, también anuncia que proporcionará el 20 % del importe de las hipotecas a jóvenes que quieran comprarse una vivienda, cuando a los padres nadie nos ayudó y tardamos al menos veinte años más en poder acceder a un piso. ¿Qué es eso de que los jóvenes han de viajar por el mundo, de tener un buen coche, de comprarse una vivienda cuando están empezando su vida laboral? Esas cosas los padres las hemos ido consiguiendo con muchos años de lucha, con una vida muy austera, y con sacrificio, nadie nos las ha regalado ni ha intentado mercadear con nuestros votos.