Cartas al director
El pacto
Tiene razón el PSOE sanchista, es lamentable meter a los ultras en las instituciones. Qué barbaridad lo que nos estamos tragando en España los demócratas. Tenemos que luchar contra estas tentaciones de construir un poder político más cohesionado. Esperemos que sea solo un incidente o un accidente y no una tendencia en la política española. Es lógico que el nuevo presidente del PP esté preocupado con la deriva en Extremadura que quiere ser diferente.
Las alianzas con los radicales solo pueden traer consecuencias negativas para los intereses generales de los españoles. En estos momentos, los coletazos de la pandemia, la invasión de Putin y el acuerdo con el dictador de Marruecos para que no nos invada, exigen políticos serenos y de sentido común sin mentir. Al sanchismo y a los de la extrema del sanchismo, ni agua. Que meten mucho miedo. ¿Cómo se puede votar a los extremistas?, por Dios. No han dudado los socialistas que quedan de verdad, en repudiar el «pacto de la vergüenza». La sangría de la izquierda en España exige un torniquete por la femoral extremista.
Los acuerdos con los enemigos de la libertad son diferentes de los pactos con los que defienden la unión y la democracia. Los acuerdos con los que no creen en la Constitución y la combaten con descaro. No tienen nada que ver con los que la defienden para que tengamos una democracia de igualdad, justicia y libertad en todo el territorio nacional. Como auténticos demócratas españoles.
Hay muchos españoles que, como lamenta el sanchismo, votan mal y eso les obliga a corregir estos excesos de la libertad poniendo cordones sanitarios a los demócratas, con tiritas. No se puede pactar con los enemigos del «progre». Consuela el cabreo del PSOE auténtico, porque nunca es tarde si la dicha es buena. Lo ha explicado un socialista, tenemos de socios unos partidos de extrema izquierda que están centrados en la destrucción: no vamos a permitir ningún retroceso. Ojalá se rompa el pacto de la vergüenza con la extrema izquierda de Putin…