Cartas al director
Semejanzas entre '1984' de Orwell y el sanchismo
Después de haber estudiado e incluso participado en una tertulia radiofónica de una hora sobre «1984», la archiconocida novela de George Orwell, abrigo la sospecha de que Pedro Sánchez y sus correligionarios han hecho un «copia y pega» de las tácticas de propaganda del coloso orwelliano.
Entre el inabarcable cúmulo de enseñanzas que atesora esta novela, doy el pistoletazo de salida con la estrategia propagandística del «doblepensar», que consiste en conseguir que los habitantes piensen una cosa y la contraria al mismo tiempo; imagino que con la máxima de que acepten todo lo que provenga del Gobierno y de que protesten en contra de cualquier cosa que contravenga sus intereses.
Otra de las enseñanzas más reseñables de 1984 es la difusión de la «nuevalengua», consistente en simplificar el lenguaje, en aras de reducir los horizontes del pensamiento; y con el objetivo de que el debate público gire en torno a conceptos alineados con la ideología imperante (lo cual provoca que las voces discrepantes pierdan su capacidad de convencer).
Una tercera de las máximas orwellianas es el afán por reconstruir el pasado, de tal modo que sea alterada la percepción de la realidad que las personas adoptan en su camino hacia el futuro. Unos aspectos son erradicados y otros modificados, a base de reinventar la historia y el contenido de los libros clásicos; son profanados autores como Shakespeare o Byron, práctica que, en la actualidad, se lleva a cabo a través de adulterar el guion de series y películas.
Entre el insondable océano de tácticas autoritarias, caben destacar otras como apuntalar la omnipresencia estatal a base crear un sinfín de ministerios; fomentar «minutos de odio» a la disidencia proyectados en luminosas pantallas; sustituir las prohibiciones por la obligación a dejar de ser quién eres; además de aceptar que dos y dos son cinco.