El insomnio

El insomnio de Pedro Sánchez ya está curado. Quienes lo provocaban han sido expulsados, lejos del paraíso del poder. Cuando el líder total formó el último Gobierno, decidió su alejamiento para poder dormir sin tener que tomar el Lexatín.

Personalmente me alegro por las dos cosas, la primera es que nuestro presidente pueda dormir más horas y así mentir menos y la segunda es por coincidencia con él, la señora responsable inicial del 'sí es sí' y que aprobó el propio consejo de ministros ya no forman parte de El camarote de los hermanos Marx . La señora Belarra no continuará en eso que se llama Igualdad y para cerrar la operación ya podemos comer el chuletón ya que tampoco estará el señor Garzón.

El señor absoluto de los escaños solo tiene que rendir cuentas a los separatistas sin tener que soportar el radicalismo de los izquierdistas. Pero el contagio de ese radicalismo ha dejado su poso y contagiado a los/as que habían prometido, alguna hasta jurado, que ciertas líneas rojas no podrían ser traspasadas. ¿Quienes creíais y confiabais en esas promesas ahora ya no pensáis igual? o tal vez el sillón es muy cómodo.

De aquel movimiento nacido en el 2014 nada queda ya, solo rescoldos que todavía pueden producir quemaduras. Reconozcamos el «mérito» del binomio Sánchez-Díaz, uno prometiendo y la otra traicionando a quien la promocionó a lugares que jamás hubiese creído la señora de Fene, esa que tanto le da estar en un sitio como en otro… ha pasado por tantos que hasta ha estado en el Vaticano y lo más extraño es que Francisco siga siendo el Papa todavía.

Cuidado, presidente, que la oposición también puede estar dentro y es que la ambición no tiene limites.