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22 de septiembre de 2024

Cartas al director

Resistiremos

Millones de españoles nos preguntamos estos días si los pactos entre el PSOE y los independentistas tendrán consecuencias irreversibles y si nuestra democracia y el Estado de derecho aguantarán a un presidente cuya agenda política responde solo a su interés personal.

No tengo duda alguna de que España, con mucho sacrificio, superará esta etapa reaccionaria y revertirá la mayoría de sus consecuencias.

No vamos a dejar de ser una democracia por que el peor presidente de Gobierno desde 1977 esté dispuesto a todo. La falta de liderazgo político es difícil de disimular, aunque tengas un aparato de propaganda que se esfuerza en aparentar lo contrario. Un presidente que huye de las preguntas y solo habla donde nadie puede rebatirle, pero cuando está obligado a ir a un debate se descompone, no es un líder. Un secretario general que persigue la mínima disidencia dentro de su partido y, en lugar de elegir a sus colaboradores por su capacidad y competencia, se rodea de sumisos y mediocres, no es un líder. Es un narcisista. Muchos lectores pensarán: ¿sirve de algo saber cómo es Pedro Sánchez? De mucho, porque cuando ya no pueda gobernar, y ese día está más cerca de lo que parece, los que ahora le encumbran dentro y fuera del PSOE serán los primeros en negarle y querer sustituirle. Después de Sánchez, el PSOE caerá en una crisis sin precedentes, sin embargo España se recuperará gracias al sacrificio de ciudadanos, empresas, instituciones y el retorno al gobierno de los políticos de priorizan el interés general.España lleva perdiendo el tiempo desde el inicio de la pandemia y, por eso, nuestro PIB per cápita (27.870 euros), en lugar de acercarse a la media de la Unión Europea (35.210 euros), se ha alejado, está un 20 % por debajo. Es decir, somos más pobres. Entre otras razones, porque no se han hecho las reformas que necesitamos para tener un crecimiento sano y mantener el estado de bienestar. Eso sí, el sanchismo no se ha olvidado de subir la presión fiscal, del 37 % al 42 % del PIB. En definitiva, mientras España tenga un Gobierno populista y reaccionario, seguirá estancada e incrementando su deuda. Pero, como todo acaba, volveremos a tener un buen gobierno, respetuoso con el Estado de derecho y capaz de recuperar el tiempo perdido. Hasta entonces, conviene mantenerse serenos y no caer en la exageración.Como bien dijo hace unos días el padre Mundina en Espejo Público, Sánchez ha comprado los votos que acabaremos pagando todos los demás.

Genaro Novo

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