Los nuevos políticos

En esa caldera llena de incapacitados que es hoy el Congreso de los Diputados, ha desaparecido la preparación y la educación parlamentaria, pero sobre todo las ideas con principios morales. Reina la falsedad y la hipocresía. Estos «nuevos políticos» no saben otra cosa que descender a la ofensa y el insulto antes que reconocer su falta de argumentos. Más de la mitad no reúnen un simple «bachillerato». Están en lo más alto de la soberbia. Su creencia de superioridad moral se tropieza con su vacío intelectual.

Este Parlamento tan fragmentado solo sirve para un desgobierno. La oposición debe estar para fiscalizar al Ejecutivo. Pero un Parlamento tan dividido solo demuestra la incapacidad de la clase política para llegar a cualquier tipo de acuerdo y mucho menos para tomar decisión alguna. Solo han encontrado una, resucitar el odio con la mal llamada Memoria Histórica. El absurdo antifranquismo para dividir a la sociedad, entre buenos y malos.

Cuando no se tiene talento ni argumentos ni ideas, solo queda la guerra de nuestros padres y abuelos. ¿Para eso les pagamos? ¿Para revisar la Guerra Civil? Eso ya, da pocos votos nuevos, solo mantiene movilizada a la izquierda radical armando ruido contra la derecha democrática, como si fueran los únicos que han nacido en el régimen franquista, ellos no, ni sus padres, ni sus abuelos. Por eso le gustaba tanto al nefasto Zapatero, autor de la política de tumbas removidas. Y ahora su sucesor de ideas sanchistas propone y exige reactivar el perdón total de los delitos cometidos contra el pueblo democrático. Esto es lo que ofrece el progresismo de pandereta, un salto atrás de la convivencia. ¿Qué queda de aquella izquierda que quería cambiar España en un pujante y renovador proyecto? Nada, en una auténtica mentira para destruir España. nadie sabe dónde puede llegar este revoltijo de políticos de izquierdas, por su ambición de poder sin ningunas ideas, ni buenas ni malas. La historia o la Justicia, juzgará todos estos defectos del progresismo antiespañol…