Fabricantes de odios

Nuestro Rey ha sido firme y contundente en sus manifestaciones con su discurso en el día de la Navidad. Su firmeza fue acompañada de un semblante sereno, con la claridad de palabras y acompañadas de señales inequívocas y muy valoradas a la Constitución, cuya defensa de ella la ha llevado con total serenidad y entereza.

Los fabricantes de odios, los de siempre, con Junts a la cabeza, el partido del huido Puigdemont y de toda la rabia contenida y expulsada de toda la jauría que cada día que pasa es más usurera, estos, han dicho que el discurso de nochebuena por Felipe VI, «ha sido para fomentar el germen de la discordia». Palabras cuya cobardía ha sido señalada ocultando la palabra de Rey.

«La democracia también requiere unos consensos básicos y amplios sobre los principios que hemos compartido y que nos unen desde hace varias generaciones, junto a la Constitución», Estas tres frases para mí, han sido de un ceremonial y preciso de un Rey que ha sido claro y contundente, y como he dicho antes, sereno en todo su discurso. Los fabricantes de odios, han sido traspasados, escondidos entre las bambalinas de este gran teatro en que está sumido España.

No quiero dejar de resaltar una parte del mensaje de Felipe VI: «No podemos permitir que el germen de la discordia se instala entre nosotros» . En esta ocasión he visto, a mi parecer, dando un pulso a aquellos que aún disienten, por decir algo, de los silencios anteriores. Y…como si fuese un inglés, diría: Dios salve al Rey.