Nuestra vida es tiempo

«Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella que soportar el pensamiento de la muerte». Son palabras de Pascal, filósofo francés del siglo XVII, en una época en que la muerte no era un tabú como en estos tiempos que presumen tanto de los avances técnicos y científicos. La muerte convivía con naturalidad con el ser humano, era una aceptación lógica del final de la vida, se asumía plenamente también por la fe, por la esperanza espiritual de otra vida. Bécquer se preguntaba poéticamente si todo es vil materia, podredumbre y cieno. La vida del ser humano actual es pura materia, es la incansable búsqueda del placer y los goces. Intentamos alejar la muerte de nuestra vida, pero camina a nuestro lado como la sombra. Siempre es buena la esperanza y esperar, con el gran Antonio Machado, otro milagro de la primavera, pero deberíamos poner al lado de nuestra vida los valores del espíritu y tener siempre presente estas profundas y bellísimas palabras: «Al borde del sendero un día nos sentamos. Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita son las desesperantes posturas que tomamos para aguardar… Mas ella no faltará a la cita».