Cartas al director
Desvaría consistorial
A ésta hora tendría que estar felicitando a nuestro Monarca por su cumpleaños, pero creo que la imagen de mi post cobra una relevancia siniestra, obligándome a comentarla. Seguro que Su Majestad lo comprenderá. Veo la foto, y sólo puedo decir que me dan arcadas, vergüenza y desazón a partes iguales. Cuando decimos que en La Coruña «nadie es forastero», entendemos que se refiere hacia las personas de bien que nos visitan, disfrutan de sus playas, pasean por sus calles o paladean su gastronomía. En ninguna de estas características asoma la calidad de comadrear con terroristas. No en La Coruña que me vio nacer en la calle Federico Tapia, donde me relaciono con estupendas personas, y donde feneceré llegado el momento. La desgraciada inhumanidad que ha sido invitada por el Concello da Coruña no pinta nada en mi ciudad, no aporta ninguna cultura ni aprendizaje, ni por supuesto genera conocimientos «poéticos», sino más bien ensucia dicho saber. El PSOE local y general se ha propuesto blanquear al terrorismo, trayendo la suciedad cual Don Limpio se tratase. ¡Qué equivocados están, van directos a un hundimiento, que... ríase uno del Titanic en 1912! ¡Ya está bien, bastante suciedad hay en las calles, para que encima inviten ajena, causante de tanto dolor, muerte y destrucción psíquica en tantas víctimas! El terrorismo hizo infinito daño a mi compañera de cole, ¿y se atreven a traer a una comadreja cobarde que huyó y solo volvió a España cuando vio que no había posibilidad de ser enjuiciado, para años después invitarle a un evento poético? ¡No tienen vergüenza, decoro o dignidad!