Cartas al director
Me duele España
«Dicen los catalanistas que quieren destruir las oligarquías centrales. No es esta una cuestión de descentralización, sino de ‘descentramiento’: trasladar aquellos centros a Cataluña. No he venido ante vosotros para hablar contra la autonomía. He venido a exponer hechos, a explicar lo que ocurre (...) ; esto es, que la unidad de la patria se ha roto, y que sobrevendrá una guerra civil, aunque no se vaya en ella a tiros por la calle». Cómo se echa en falta esas posturas valientes y esos hombres de talla intelectual y moral para defender un patrimonio, hecho con sangre y sacrificios durante más de cinco siglos, que es la patria común de todos los españoles y no «una nación de naciones». Ya no caben las posturas tibias o cobardes, como la de que alguien diga que se siente español y a la vez sea partidario del «derecho a decidir»; en todo caso esa decisión correspondería a todos los españoles y no solo a una parte de ellos, que sólo tienen como horizonte tozudo e inmediato la mutilación de España y la destrucción de su soberanía democrática. Si resucitara el gran don Miguel de Unamuno, se volvería a su tumba para no ver en qué se ha traducido su «me duele España».