Paz, justicia, libertad

Se acercan los días centrales de la Semana Grande, en la que tras la institución de la Eucaristía, el mandamiento del Amor, y la conmemoración de la Pasión y muerte de Jesús, llegará el momento glorioso de la Pascua de Resurrección. Y en este tiempo hay que hacer un llamamiento a la paz, que no solo sería la ausencia de las muchas guerras que hieren la convivencia en todo el mundo, sino también el reino de la justicia y la libertad. No es posible la paz sin justicia y sin libertad. El mundo teme una tercera guerra mundial, que en opinión del Papa Francisco ya se da por episodios, a plazos. El atentado de Moscú ha motivado que el dictador ruso amenace a quien le parece con el conflicto de Ucrania por escenario. Y la silenciosa guerra que se desarrolla en Sudán y el desastre que se vive en Gaza. Y si el exterior está en ebullición bélica, en nuestra España la polarización por el ataque continuado al Estado de derecho hace que chirríe la convivencia. Se necesitan mentes lúcidas que reconduzcan la situación y que el pueblo tome conciencia de que la convivencia y el bienestar está en el abrazo y no en el levantamiento de muros que separen a quienes se consideran buenos de los que esa misma persona considera malos, cuando ni unos ni otros somos buenos o malos. Eso sí, somos desfallecientes y a veces perdemos la razón del humanismo, la sociabilidad que implica unir y no separar como irracionalmente deciden los nacionalismos, verdaderos culpables de las guerras que asolan el mundo.