Cartas al director
La crisis del patriotismo
El patriotismo es amor a la patria. La patria es la tierra natal a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. (RAE). De acuerdo con los resultados de la última Encuesta Social Europea, el promedio europeo respecto a afinidad nacional se sitúa en el 47 %, mientras que los españoles estamos en un 41 %. Algunos españoles evitan declararse patriotas. Otros se sienten patriotas únicamente en los grandes acontecimientos deportivos, especialmente en el fútbol. Y existen colectivos políticos para los que el amor por la patria no significa nada, a pesar de los múltiples lazos de todo tipo que nos unen durante más de quinientos años.
Esperanza Aguirre, a la vuelta del funeral de Estado de Margaret Thatcher, contó la envidia que produce ver el gran sentido del patriotismo que siempre manifiestan, y más en estas ocasiones, los británicos. Miguel de Unamuno, frente a la patriotería hipócrita y huera, abogaba por un sentimiento nacional basado en la solidaridad entre los pueblos. Y deploraba que el desapego a España creciera a la sombra de un regionalismo volcado en la exaltación del terruño natal. Un país democrático necesita promover la cultura del patriotismo entre sus habitantes, lo que reclama que sus líderes políticos sean patriotas. Se espera de ellos que antepongan el bien de su patria a sus intereses personales y partidistas. Para lograrlo, les ayudaría leer la biografía de Winston S. Churchill, que lideró al mundo occidental en su cruenta y decisiva lucha contra Adolfo Hitler y el nazismo.
La gran batalla de Inglaterra en 1940 mostró entonces al mundo todos los quilates de grandeza no solo de su heroico pueblo, sino de su indomable líder.