Cartas al director
Pésame
Siempre cuesta encontrar las palabras que puedan paliar los efectos causados en las personas, por lo vivido en nuestro país por la DANA. Solo el tiempo cura los daños sentimentales por el fallecimiento de 92 personas. A pesar de las declaraciones institucionales, de los mensajes, de las apariciones en los medios, ante la pérdida de seres queridos no hay consuelo. La situación vivida el pasado día 29, es una más de los efectos del cambio climático. El aumento de la temperatura del Mediterráneo facilita estos vientos, tsunamis de agua que se llevan por delante todo lo que encuentra.
Cada año hay una cumbre del clima donde no sabemos si los representantes de los países llevan en su cartera los efectos que año tras año son producidos por un nuevo clima en el planeta. Casi todas ellas terminan con el bla, bla, hasta el siguiente año. Son los daños colaterales, eludiendo responsabilidades políticas, pero que crean mucho sufrimiento en las personas que los padecen. Necesitamos urbes y pueblos con infraestructuras distintas a los actuales, si queremos combatir a este enemigo. Solo resta dar el pésame a los familiares que han sufrido la pérdida de unos seres queridos, a los que siempre se les va a echar en falta.