Cartas al director
'Welcome Mr. President'
Las elecciones recién celebradas en EE. UU. me han recordado a la ruleta de un casino donde la apuesta ganadora ha resultado ser todo al rojo: Votos electorales, populares, Cámara de los Representantes y Senado. La victoria de los republicanos ha sido abrumadora e incontestable. El combate entre el elefante, símbolo de los republicanos, y el burro, los demócratas, ha acabado con este último, noqueado en la lona, aplastado por el proboscídeo, de donde lo han llevado inconsciente a su rincón.
Nos pasamos la vida criticando al Tío Sam, pero genuflexos, con la mano abierta esperando sus dádivas y palmaditas en la espalda; absorbemos sin rebozo, cual esponjas, sus modas, gustos y costumbres; qué decir del cine y la música. Una antigua y mordaz canción española reza: ... «Olé Virginia y Michigan y viva 'Tersas' que no está mal, viva el tronío de ese gran pueblo con poderío, os recibimos americanos con alegría...» A día de hoy, nos mofamos, caricaturizamos e insultamos a su presidente electo, pero si vienen mal dadas, que nos salven. 'Welcome Mr. President'.