¿Bagatelas? y guantazos

Dado que el número de afiliados al partido socialista es tan desmesurado y desmadejado ninguna duda ni reparo cobijan los mandamases del PSOE a la hora de elegir y rifar cargos para gestionar la panoplia de empresas públicas habidas y por haber. Item más, desde ese aluvión de compañeras y compañeros con carnet o sin él y además teniendo en cuenta el número de escaños que aporta al Congreso, no es de extrañar que de la región andaluza se extraiga un sin fin de interesantes caporales con los que cebar la 'adecuada marcha' de buena parte del 'mobiliario público'. Y eso sin contar y dejando de lado el cortijo de canonjías y regalías que durante muchos años fue Andalucía para el partido de Chaves, Griñán y compañía, socialistas andaluces para más honradez embaucadora.

No obstante, siempre hay que contar con los malpensados: esos que consideran que un partido como el PSOE, con semejante cantidad de afiliados y al que le vienen cortas las aportaciones estatales que por ley le corresponden, de algún otro sitio y manera debía y debe de extraer billetes para soportar el funcionamiento del partido: algo así como las cajas de ahorros FG 1985 y asociados (siglas que curiosamente coinciden con las iniciales del nombre de alguien que por la inexistencia de otras opciones políticas recomendables no le quedó otra que llegar a donde llegó); las recalificaciones urbanísticas a gusto del consumidor; los variopintos ERE y otras diversas bagatelas del mangoneo político.

Sí, todo un guantazo al ecuánime y eficiente universo de la gestión pública y un canto de sirena a los 'cien años de honradez', perdón, de desfachatez progresista de jetas y caraduras.