Cartas al director
Merma de la atención sanitaria
Establece la Directiva de Política de Defensa de 2020 que «se reforzarán las capacidades de la Sanidad Militar para su empleo en el marco de UE, OTAN y la Sanidad Pública». El Gobierno, por el contrario, no solo no ha hecho nada, sino que un año más tarde disolvió la Brigada Sanitaria y su único hospital de campaña desplegable (96 camas, 16 para intensivos, cuatro quirófanos y veinte especialidades médicas).
No obstante la Sanidad Militar, con sobresfuerzo y menos emolumentos que la pública en sus servicios de alerta, sigue atendiendo al personal militar en territorio nacional, y a las misiones en el exterior y buques incluso con teleasistencia, incluyendo la quirúrgica, ya que dispone del único hospital a nivel nacional e internacional (Gómez Ulla) que presta dicho servicio. Además, en sus dos hospitales, a los afiliados del ISFAS, la Seguridad Social, es referente nacional en tratamiento por radiaciones nuclear, biológica y química, en enfermedades infecciosas de alto riesgo para once comunidades y, durante el COVID, cuadriplicó sus servicios, equipó de material específico a instalaciones civiles, etc. Es la ocasión de, con el incremento presupuestario militar, reactivar las unidades disueltas.