Fundado en 1910

Cartas al director

Los GPS de Trump

Se dice que la política es el arte de lo posible. En el caso de Donald Trump, parece más bien el arte de lo impredecible. Si algo ha demostrado el expresidente de Estados Unidos es que cambiar de opinión no es un defecto, sino su marca personal.

Un día dice que ama a México, al otro promete construir un muro más alto que su ego. Asegura que respetará los resultados electorales, pero si no le favorecen, de repente son «fraudulentos». Anuncia que se retirará de la política, y antes de que nos dé tiempo a respirar, ya está preparando su regreso triunfal; ya está pensando en un tercer mandato. Si las idas y venidas de Trump fueran una disciplina olímpica, no habría competencia: el oro sería suyo.

Su capacidad de adaptación es asombrosa. Es como un GPS político con el mensaje predeterminado de «recalculando». Lo que ayer era una idea genial, hoy es un desastre, y mañana, quién sabe, quizá otra vez una idea genial. Lo mismo le pasa con sus aliados: hoy son «los mejores», mañana son «unos perdedores» y pasado mañana vuelven a ser «los mejores».

Y la traca final son las sanciones arancelarias a izquierda y derecha. Es el «totius orbis» de su impredecible política comercial.

En un mundo cada vez más predecible, Trump es un recordatorio de que la política todavía puede sorprendernos. O, al menos, hacernos reír (o llorar, según el día).

Pedro Marín Usón

Más cartas al director

  • La igualdad no es plena

  • Canonjías

  • Progreso o retroceso

  • Leonor y el viejo reflejo de siempre

  • Garantías

  • comentarios
    tracking