Las locas locas aventuras de Pedro Sánchez

Entiendo, querido lector, que durante estos días haya estado pendiente de asuntos tan relevantes como el funeral de la Reina de Inglaterra, el más que probable indulto al condenado Griñán, el comportamiento algo errático de Macarena Olona o el color de piel que Disney, corporación hipersensible a las nuevas realidades, ha decidido ponerle a su nueva Sirenita. Es lógico y comprensible. De hecho, no puedo más que agradecer y admirar su devoción por la actualidad.

Yo, por mi parte, he de confesar que le he fallado y he faltado a mis obligaciones como humilde observador de la realidad. Pero no crea que me he dejado llevar por alguna clase de abulia degenerada; si he estado alejado de los acontecimientos que diariamente inflaman nuestros sentimientos es por una buena razón, se lo prometo.

Durante este tiempo he puesto todas mis habilidades físicas y mentales en seguir un acontecimiento que, estoy seguro, asombrará al mundo y enternecerá nuestros afligidos corazones. Un estreno que hasta la mismísima Leire Pajín no dudará en volver a calificar como «acontecimiento planetario».

Y es que, por fin, la necesaria serie sobre nuestro amado líder y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya está en marcha. El pasado 10 de septiembre (sábado), tras una agónica espera, el Boletín Oficial del Estado anunció a todos los terrícolas que la Secretaría de Estado de Comunicación había firmado por fin un convenio de colaboración con las productoras The Pooltm y Secuoya para producir el esperadísimo documental. El objetivo, según reza el escrito, no es otro que el de «trasladar a la sociedad las funciones y el quehacer diario de la Presidencia del Gobierno». Un documento que le recomiendo guarde y, a ser posible, enmarque, ya que dentro de unos años constituirá un objeto de incalculable valor.

He pensado mucho sobre el tema y, tras estrujarme la sesera sobre el posible contenido de la serie, me he dado cuenta de que a mí, lo que en realidad me gustaría no es un bodrio realista y aburrido lleno de políticos. Yo quiero un thriller, de corte fantástico, en el que Pedro Sánchez lleve capa y sombrero, se luzca contando chistes, resuelva misterios y, si es posible, porte un bastón con asombrosos poderes.

Entiendo que usted, realista como es, crea que mi fantasía puede alejarse algo de la objetividad y, además, aduzca que, tal y como se puede leer en la prensa, esta serie va a cubrir los últimos acontecimientos que han ocupado a nuestro amado líder desde febrero de 2022 (mes en el que comenzó la grabación). Es loable pensar como usted lo hace, pero le adelanto que a mí, como amante de la literatura fantástica, también me gusta soñar.

Lo que sí me gustaría es que no juzgásemos severamente la serie de antemano, tal y como ha sucedido con el estreno de El señor de los anillos: los anillos de poder, y no entrásemos en un juego absurdo de suspicacias sin fundamento. Espero algo más de comprensión por parte del fandom de Pedro Sánchez, la verdad. Seamos serios. Aunque está previsto que la serie se estrene en 2023, año de elecciones municipales, autonómicas y generales, nada puede hacernos pensar que vaya a ser un arma descarada de propaganda por parte del PSOE. Si hay un arma relacionada con nuestro presidente, ésa es únicamente la de la seducción masiva.

Le animo, por tanto, querido lector, a que sea indulgente y no caiga en la trampa de pensar que esta serie de dos capítulos, ampliables a cuatro, contiene algún tipo de sesgo ideológico. El BOE, último reducto de la verdad, lo deja claro y nos dice claramente que no nos preocupemos, que este documental es una simple herramienta didáctica para enseñar al amante y amado pueblo «la realidad del trabajo de la figura del presidente del Gobierno y su cometido diario, todo ello a partir de la perspectiva de los productores y del personal creativo contratado para su producción». Y si lo dice el BOE, ¿quiénes somos nosotros, pobres y honrados ciudadanos, para opinar lo contrario?

Desconozco si, como es mi deseo, veremos a nuestro presidente del Gobierno utilizar escobas voladoras en el documental y si, además, nos deslumbrará hablando algún tipo de lengua élfica desconocida. Tampoco sé si, a través de su inconmensurable belleza, lo veremos contactar con árboles, sátiros, independentistas y animales. Por ahora me faltan datos en ese sentido, disculpe.

Lo que sí sé es que solo el tiempo dirá en qué versión hay más fantasía, si en la que yo propongo, un presidente del Gobierno poderoso, socarrón y aventurero que podría llamarse Las locas locas aventuras de Pedro Sánchez; o en la que va a proponer Moncloa, The Pooltm y Secuoya y que según apunta el propio BOE, adoptará el bucólico nombre de Las cuatro estaciones. Veremos. Será divertido.

• Gonzalo Cabello de los Cobos es periodista