Los Menas

Es el acrónimo de menores no acompañados y se refiere a los jóvenes extranjeros con menos de 18 años que entran ilegalmente en nuestro país. Aquí no les espera nadie y, por lo tanto,ddebe ser el Estado (en realidad las comunidades autónomas) quien se haga cargo de ellos a través de un Protocolo Marco de Intervención basado en la Ley de Extranjería, la Ley de Infancia y el Código Civil. El término, que en principio es descriptivo, ha adquirido un cierto carácter peyorativo, por lo que algunos organismos como la Unicef prefieren utilizar la denominación «niños migrantes no acompañados» que es la empleada por la Convención sobre los Derechos del Niño. Personalmente, no encuentro grandes diferencias y prefiero utilizar la expresión Menas porque es la usada en los informes oficiales y la que ha adquirido carta de naturaleza en nuestra sociedad que, por lo general, ve con cierta preocupación el tema de los Menas.

Comenzaré diciendo que no existe una cantidad desorbitada de esta categoría especial de menores. El Observatorio Permanente de la Inmigración ofrece cifras en las que incluye a la vez a los Menas y a los jóvenes ex tutelados es decir, aquellos que han dejado de estar bajo la custodia o supervisión de la Administración. Ambos grupos sumaban a finales de 2023 alrededor de 15.000 personas. Los Menas no son un fenómeno nuevo en el panorama migratorio español. Si lo es la intensificación de su presencia que hay que poner en relación con el crecimiento de las llegadas de ilegales (casi 57.000 personas en 2023) por vía marítima y con destino prioritario en las Islas Canarias.

La mayoría de los Menas son varones (94 %) y por su origen predominan claramente los marroquíes, que suman más de 10.000 personas y equivalen al 67 % del total. A mucha distancia están los procedentes de Gambia, Argelia o Senegal. También vienen algunos Menas de América Latina, (Colombia, Honduras, Brasil, Paraguay), pero en proporciones muy modestas y en este caso con mayoría de mujeres.

Con la edad de los Menas existe un problema. Muchos de los que realmente no son menores vienen indocumentados para evitar su posible expulsión. Eso obliga a la comprobación de la edad que tiene muy baja cobertura, lo cual provoca que algunos jóvenes sean aceptados como Menas cuando realmente no lo son.

Como la estadística del Observatorio permanente de inmigración incluye los Menas y los jóvenes ex tutelados, las edades consideradas van desde los 16 a los 23 años. De 16 y 17 solo hay un 14 % de jóvenes. El 86 % restante tienen entre 18 y 23 años. Son antiguos Menas ya cumplida la mayoría de edad.

La llegada prioritaria por vía marítima hace que la gran mayoría de los Menas se localice en Canarias en donde los centros de acogida para estos jóvenes y para los inmigrantes adultos que llegan de forma irregular están completamente saturados. Pese a las angustiosas demandas de ayuda del Gobierno canario, esta no acaba de producirse y el reparto de los Menas entre comunidades sigue siendo una asignatura pendiente.

Como los demás grupos de inmigrantes, los Menas son objeto de una cierta discriminación, basada muchas veces en estereotipos o prejuicios. Son acusados de delinquir con frecuencia y de no querer trabajar. La estadística de condenados correspondiente a 2023 da una cifra total de menores (14-17 años) de unos 13.000. De ellos el 80 % fueron de nacionalidad española y el 20 % restante extranjeros con un 11 % de origen africano. Que hay Menas que cometen delitos es un hecho incontrovertible, pero ni los actos son de extrema gravedad (homicidios, violaciones) ni autorizan la criminalización de todo el colectivo.

En el ámbito laboral la situación ha evolucionado de forma positiva, pero es todavía manifiestamente mejorable. Desde 2021 la concesión de residencia a favor de los Menas les permite trabajar por cuenta ajena, si bien solo una parte tiene ocupación efectiva. Según datos de la OPI a finales de 2023 el porcentaje de Menas y extutelados en alta laboral era solo del 60 %. En ese 40 % restante hay de todo: jóvenes en formación, jóvenes desocupados y por supuesto Ninis condición que también afecta a los Menas y extutelados.

La presencia de esos menores entre nosotros es algo con lo que debemos convivir y tratar de resolver mediante acciones que combatan los prejuicios con los que son tratados, les ofrezcan la formación que precisan y faciliten su integración laboral y social. En un país tan falto de jóvenes como España todos los Menas son como una especie de dividendo demográfico en el que hay que invertir para que cumpla esa función. Por motivos de naturaleza económica, pero sobre todo por razones de justicia social.

• Rafael Puyol es presidente de la Real Sociedad Geográfica