«Su Católica Grandeza Episcopal»
Quién es el estrambótico y cismático obispo que ha arrastrado a las clarisas de Belorado
Pablo de Rojas no pasaría de ser un irrelevante personaje chusco y pintoresco, pero ha conseguido embaucar a las monjas de dos conventos para que se unan a su secta
Sobre una consistente base de sedevacantismo añádanse los estatutos originarios del Opus Dei (previos al Concilio Vaticano II) y mézclense a partes iguales con la fidelidad al heredero carlista al trono de España y la memoria del «glorioso caudillo» Francisco Franco. Rebócese todo ello en una pegajosa y viscosa mezcla de rancia aristocracia (ficticia), ambientes recargados y rococós, tonsuras, bonetes y roquetes –aderezado con una insistente petición de donativos– y obtendrá algo muy parecido al «duque imperial, príncipe elector de Sacro Imperio Romano Germánico y cinco veces Grande de España» S. Ilma. Rvdma. Sr. Dr. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, «obispo por la Gracia de Dios y fundador de la Pía Unión de San Pablo Apóstol».
Así se presenta el grotesco obispo cismático que ha embaucado a las 16 monjas clarisas de Belorado (Burgos) para que se unan a su «milicia guerrera predestinada a sobresalir sobre todo lo existente», como reza su página web. Su punto de partida es común con otros grupos sedevacantistas: la sede de Pedro permaneció lícitamente ocupada hasta el 9 de octubre de 1958, «fecha en que perece el último Papa, S. S. Pío XII». Los Pontífices posteriores son todos, por tanto, ilegítimos, y no se les debe obediencia.
El lenguaje y las formas que emplean son «católicas» –se declaran «muy jesuíticos», dicen mantener una profunda devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen, uno de sus principales patronos es San Ignacio de Loyola, celebran la misa tridentina, sus sacerdotes van tonsurados– pero rechazan todo el Magisterio desde 1958. Proclaman su fidelidad a la Iglesia católica (la anterior a esa fecha, se entiende) y sus fines son «extender el Evangelio a todos los confines de la tierra; santidad y ciencia para nosotros y caridad para con el prójimo». Pese a ello, declaran la «guerra al hereje».
Por lo demás, la Pía Unión de San Pablo Apóstol se asemeja en gran medida a otros grupos declarados cismáticos por la Iglesia, como la Iglesia de El Palmar o Iglesia palmariana, una «secta católica» ubicada en el municipio sevillano de El Palmar de Troya. Es cierto que «Su Católica Grandeza Episcopal» (nombre que también recibe Pablo de Rojas) siempre se ha apresurado a negar su relación con ellos, pero la realidad es que fue ordenado sacerdote en 2005 y obispo tan solo un año después por el ex jesuita Derek Schell, que era obispo palmariano. Posteriormente fue vuelto a ordenar sub conditione por el también obispo cismático valenciano Ricardo Subirón. Un embrollo teológico que los Doctores de la Iglesia tendrán que dilucidar y desenmarañar para saber si se ha respetado la sucesión apostólica en el caso de Pablo de Rojas o no.
Mientras tanto, el estrafalario prelado dedica el tiempo a su particular cruzada, con la que ha logrado engatusar, por ahora, a las 16 clarisas de Belorado y a otras tantas de Orduña (Vizcaya). En sus momentos de asueto, «Su Católica Grandeza Episcopal» acude a los toros, a los que es aficionado; toma «puntualmente su té en el Ritz» cuando visita Londres o pasa tiempo «con su querido pastor alemán, de pedigrí rosa, Ares».