El arzobispo de Burgos prohíbe las misas en el convento de las monjas cismáticas de Belorado
La archidiócesis rechaza las acusaciones de la comunidad de Belorado y afirma que procederá según dicte la Santa Sede
Las clarisas de Belorado han anunciado que abandonan la Iglesia y la tutela de su obispo, Mario Iceta. Entre sus motivos, según cuentan en un comunicado firmado por su madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, están la «persecución» que dicen estar sufriendo.
En el escrito, adelantado por Religión Digital, acusan a Roma de no querer concederles la licencia de venta de uno de sus conventos, el de Derio; al obispo de ni siquiera elevar la propuesta y de no permitirles «cumplir con los pagos» del monasterio de Orduña.
Por otro lado, sobre los motivos de su ruptura con el Vaticano también exponen que «se han ido sucediendo acontecimientos de mucha envergadura, que han ido golpeando el alma de las hermanas contemplativas».
Estas monjas, conocidas por sus chocolates, inciden en un «caos doctrinal y moral», que está «lejos de amainarse» sino que «se ha embravecido hasta extremos inimaginables en los últimos meses». En este sentido, apuntan que «desde la Cátedra de Pedro han ido llegando en estos años contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad, lagunas de doctrina». Esto ha hecho que las religiosas cuestionen la autoridad del Papa Francisco y sus colaboradores.
Así, las clarisas de Belorado y Orduña han anunciado que pasan a formar parte de la «iglesia católica bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, obispo legítimo de la Santa Iglesia Católica», dicen en la misiva. De Rojas, sin embargo, fue excomulgado por el actual arzobispo de Burgos en 2019. Según confirman, el último Pontífice que consideran válido es Pío XII, Papa entre 1939 y 1958.
El excomulgado dirige la Pía Unión de san Pablo Apóstol, que no está en comunión con Roma y que reniega de las reformas conciliares del Vaticano II. Antes de fundar esta agrupación cismática, era seguidor de un obispo vietnamita, Pierre Martin Ngo-Dinh-Thuc, responsable de las consagraciones del Palmar de Troya.
Un sospechoso benefactor
La archidiócesis de Burgos, por su parte, ha mostrado su sorpresa ante los hechos, pues, según informan, al comunicarse el arzobispo de Burgos con el capellán de Belorado, este no tenía noticias sobre la decisión de las religiosas. Desde la sede episcopal, inciden en que las peticiones de las comunidades «siempre se han atendido». Además, la archidiócesis no ha recibido los comunicados del monasterio por vía oficial, sino que han recibido la noticia a través del medio digital que se ha hecho eco de ella en primer lugar. Al tiempo, han rechazado las acusaciones firmadas por sor Isabel en la misiva y han confirmado su intención de verificar si efectivamente la abadesa habla por todas las religiosas de Belorado.
Sobre la operación de la compra-venta del monasterio de Orduña, vacío desde hace dos décadas y donde se había establecido la comunidad precedente de Derio, desde Burgos explican que cuando la madre superiora de Belorado les informó de que había encontrado un benefactor –el monasterio pasaría a estar a su nombre tras pagar 1.200.000 euros– quisieron conocer su identidad, al sospechar que se trataba de alguien ajeno a la Iglesia católica. Con este fin el obispo de Vitoria y su vicario general de vida consagrada viajaron hasta Orduña.
Había una investigación en curso
Al llegar allí, las religiosas les indicaron que la superiora sor Isabel, se encontraba en Belorado. Volvieron a trasladarse hasta el monasterio, pero la abadesa no les recibió. Allí volvieron a preguntar por la secreta identidad del comprador. La vicaria y la cuarta discreta del monasterio les respondieron que solo Isabel conocía su nombre. Según indican desde Burgos, este asunto todavía no ha sido resuelto.
Ya el 13 de abril de 2024, la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenece la comunidad burgalesa, pidió una reunión urgente con el arzobispo de Burgos, en la que puso en su conocimiento la sospecha de un posible delito de cisma. Diez días después, Mario Iceta ordenó abrir una investigación al respecto, que se inicia junto a los obispos de Vitoria y Bilbao y cuenta con al aprobación de la Santa Sede.
En la mañana de este lunes 13 de mayo, el arzobispo de Burgos se ha comunicado con Belorado y ha sido informado de que Pablo de Rojas, el sacerdote excomulgado, ha visitado la comunidad al menos en tres ocasiones y que a partir de ahora, será un colaborador suyo quien celebre las misas en la comunidad. Sor Isabel no ha querido ponerse al teléfono, sino que ha sido la vicaria, sor Paz, quien ha confirmado el abandono de todas las religiosas de la Iglesia católica.