La puerta de los apóstoles de la catedral de Valencia
El arzobispado de Valencia estudia denunciar a un rapero por grabar en la catedral sin permiso
Exige la retirada del videoclip donde se profana la sede episcopal, el presbiterio y el ambón
Se vuelve a repetir un episodio que ocurre con cierta frecuencia: un cantante que graba un videoclip en el interior de una iglesia o catedral sin permiso y exhibiendo todo tipo de gestos obscenos e inapropiados para un templo. Esta vez ha sucedido en la catedral de Valencia, donde el rapero El Bola grabó en marzo una de sus canciones.
Pero la noticia no ha trascendido hasta este jueves, en que el arzobispado de Valencia ha emitido un comunicado en el que anuncia que «el Cabildo anuncia que ya se ha iniciado la valoración de las acciones legales pertinentes contra sus autores». «Ni el arzobispado ni la catedral de Valencia autorizaron la grabación de un videoclip musical en la seo», aseguran.
En el vídeo se puede ver al rapero sentado en la sede del arzobispo haciendo peinetas, cantando desde el ambón, paseándose libremente por todo el templo o introduciéndose en un confesionario, donde se puede observar la gran cruz invertida que El Bola lleva tatuada en el cuello.
«El arzobispado de Valencia y el cabildo catedralicio lamentan el uso que se ha hecho de la catedral, y especialmente de los espacios sagrados como el presbiterio, el ambón y la sede episcopal, que han sido utilizados para un fin totalmente extraño y ajeno a su carácter sagrado y a su finalidad litúrgica», prosigue el comunicado.
Sin permiso
El cabildo añade que «los autores nunca presentaron solicitud para la grabación en el interior de la catedral y que actuaron sin consentimiento para hacerlo», algo que resulta sorprendente, porque el videoclip está grabado con buena calidad, a plena luz del día, con varias cámaras, con el templo aparentemente vacío y con toda su iluminación encendida. El cabildo, además, «exige la retirada de la difusión pública de esta grabación y anuncia que ya se ha iniciado la valoración de las acciones legales pertinentes contra sus autores».
Este nuevo caso recuerda mucho al que sucedió en la catedral de Toledo en octubre de 2021, cuando el deán del templo tuvo que presentar su dimisión y pedir perdón tras el vídeo que grabaron C. Tangana y Nathy Peluso en su interior.
