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Fieles católicos rezan en la iglesia de San Carlos, en Kano, al norte de Nigeria, que sufrió un atentado terrorista en 2014

Fieles católicos rezan en la iglesia de San Carlos, al norte de Nigeria, que sufrió un atentado terrorista en 2014Ben Curtis/AP

Iglesia perseguida

Los nigerianos vuelven a llenar las iglesias dos años después de la masacre de Pentecostés

El 5 de junio de 2022, fundamentalistas islámicos abrieron fuego al final de una misa, asesinando a 41 personas e hiriendo a más de 70

Dos años después del terrible atentado de Owo (Nigeria), los terroristas sospechosos de asesinar a más de 40 fieles durante la misa del domingo de Pentecostés en el suroeste de Nigeria aún no han sido acusados, pero la fe de los feligreses es más fuerte que nunca, según recoge Zenit de fuentes locales.

El padre Michael Abugan, párroco de la iglesia católica de San Francisco Javier en Owo, donde tuvo lugar la masacre, dijo a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que los sospechosos están bajo custodia policial pero aún no han comparecido ante un tribunal.

El 5 de junio de 2022, extremistas abrieron fuego y detonaron explosivos dentro de la iglesia al final de la misa, matando a 41 personas e hiriendo a más de 70. El padre Abugan dijo que su parroquia ha conmemorado el segundo aniversario de la masacre con una misa especial y una charla sobre el martirio. El sacerdote añadió que los supervivientes se han mostrado «muy decididos, muy comprometidos y muy resistentes en la práctica de la fe» desde el ataque.

La enfermera Margaret Attah, que perdió ambas piernas y un ojo en la atrocidad y desde entonces está en silla de ruedas, dijo a ACN que, a pesar del miedo generalizado en la comunidad, «la iglesia siempre está llena los domingos, a Dios sea la gloria».

Attah afirmó que «hay tensión en todas partes de Nigeria», y muchas personas «temen abandonar sus hogares» porque el secuestro es común en algunas partes del país. Y añadió: «No hay tranquilidad. No podemos dormir con los dos ojos cerrados. Ni siquiera podemos viajar distancias cortas sin miedo. Pero aun así damos gracias a Dios». Destacó que la oración es la única esperanza del pueblo y que «el futuro del país es sólo Dios». Y añadió: «Tenemos que seguir orando a Dios para que venga su Reino. Sólo el Reino de Dios puede reinar en Nigeria; esa es la única forma en que podemos tener paz».

A pesar de la falta de justicia, Attah dijo que «le resultó muy fácil perdonar a los atacantes», y explicó: «Rezo a Dios para que me perdone mis propios pecados, así también tengo que perdonar a los demás».

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